Cientos de trabajadores agrícolas de Malawi llegaron a Israel para cultivar, cosechar y desempeñar otras tareas en las granjas y campos del país, en medio de la guerra con Hamas y la escasez de mano de obra.
Un grupo de los trabajadores fue recibido por el ministro de Exteriores de Israel, Eli Cohen, quien llegó hasta el aeropuerto para darle la bienvenida en persona. Incluso la línea aérea israelí que los trajo publicó un video celebratorio.
«Especialmente durante tiempos de guerra, seguimos fortaleciendo la economía israelí» y trabajando en favor de «los agricultores del sur», escribió Cohen el jueves último en su cuenta de X, la red social antes conocida como Twitter.
«Actuamos con urgencia y llegamos a acuerdos con varios países para traer miles de trabajadores a Israel», añadió el canciller, quien a principios de noviembre había anunciado un tratado similar con el gobierno de Sri Lanka.
Además del acuerdo con Malawi para el envío de hasta 5000 trabajadores, Israel tiene otro con Kenya.
«Para muchos agricultores se trata de oxígeno que les permitirá seguir» adelante con su negocio, continuó Cohen. «Seguiremos trabajando en el ámbito político para fortalecer la economía israelí», prometió.
Treinta y nueve tailandeses figuran entre los muertos por Hamas el 7/10
La industria agrícola nacional depende en gran medida de los trabajadores extranjeros, quienes realizan las tareas más duras en los campos y granjas del país.
Pero el ataque terrorista del 7 de octubre y la guerra que estalló luego en la Franja de Gaza golpeó duramente el sector: muchos de los trabajadores, en su mayoría de Tailandia, fueron repatriados a su país escapando del conflicto.
De hecho, treinta y nueve tailandeses figuran entre las 1200 personas que los miembros de Hamas masacraron durante su invasión del sur de Israel. También fueron tomados como rehenes, y algunos de ellos liberados durante el cese del fuego de fines de noviembre.
El portal Calcalist dedicó un largo reportaje a la llegada a Israel de los trabajadores de Malawi, «uno de los países más pobres del mundo», según señaló el periódico económico.
La guerra, indicó el informe, «provocó que muchos de los trabajadores agrícolas tailandeses huyeran de Israel y creó una tremenda escasez» de mano de obra «que pone en peligro a toda la industria».
Hasta ahora llegaron doscientos malawíes y se espera que lleguen miles más. «En el camino tendrán que pasar por una estricta selección y, sobre todo, demostrar que son mejores que los trabajadores tailandeses, a quienes los agricultores (de Israel) ya echan de menos», apuntó Calcalist.
Cosechando bananas en Israel
Es que, por ejemplo, los nuevos trabajadores deberán ocuparse de llevar adelante cosechas de productos como las bananas, que requieren un duro esfuerzo físico.
Kenya is exporting 1,500 farm workers to Israel, the labour ministry said recently. The announcement comes shortly after Malawi sent more than 200 young people to work on Israeli farms, which have been left short-staffed due to the ongoing war in Gaza. https://t.co/JiC8B597Fm pic.twitter.com/oIczWkW6VB
— The Continent (@thecontinent_) December 12, 2023
Según los propios trabajadores que entrevistó Calcalist, cuando se abrió la aplicación para venir a trabajar a Israel, los aspirantes de Malawi debieron pasar por un escrutinio de sus condiciones físicas como parte de la selección.
Alex, quien llegó desde Malawi «hace tres semanas», según precisó el portal, ya había estado en Israel y contó que sabía que el país estaba en guerra, «pero en Gaza», no en su propio territorio.
«Esta es la primera vez que trabajo con plátanos», dijo Alex. «La última vez que estuve en Israel trabajé en otros cultivos, principalmente recogiendo aguacates», continuó.
«Al principio me resultó difícil, pero me acostumbré, desarrollé músculos», aseguró el trabajador migrante en su charla con el reportero del portal israelí.
El joven malawí reveló que, durante las entrevistas en su país, los reclutadores le aseguraron que, en medio de la guerra, las Fuerzas de Defensa de Israel los protegerán de la misma manera «como hacen con los judíos».
Como era de esperarse, la llegada de los trabajadores agrícolas africanos levantó un coro de críticas en la prensa con tendencias anti-israelíes. The New Arab, un periódico en inglés, financiado por Qatar y con base en Londres, habló de un «peligroso acuerdo laboral secreto con Israel».
«Una decisión drástica»
«En un momento en que los países de todo el mundo se apresuraban a repatriar a sus ciudadanos de Israel tras el ataque de Hamas del 7 de octubre y la consiguiente guerra en Gaza, un gobierno pareció tomar una decisión drástica en la dirección opuesta», añadió New Arab.
Un artículo del portal árabe, de principios de diciembre, reseñó las disputas internas que generó en el país africano el acuerdo con Israel. Pero la política poco pudo hacer frente a una propuesta de trabajo que incluye, por ejemplo, un salario de 1500 dólares mensuales.
Al Jazeera también aprovechó la oportunidad para criticar el acuerdo. «Aprensión en Malawi mientras el gobierno envía trabajadores a Israel en medio de la guerra de Gaza», dijo la cadena qatarí.
«El líder de la oposición, Kondwani Nankhumwa, cuestionó el secreto del acuerdo y lo describió como ‘una transacción malvada'», añadió la emisora citando las palabras del dirigente del Partido Demócrata Progresista.
Lejos de las polémicas, los trabajadores malawíes parecen estar adaptándose rápido a la situación y a las tareas en el campo. «Somos amantes de la paz, pero ya nos hemos acostumbrado» a las sirenas y los riesgos, contó Yamikani, otro de los entrevistados por Calcalist.
Además, «los primeros días tuve calambres musculares por el peso de los plátanos, pero hoy estoy muy orgulloso de poder llevar yo solo un racimo» entero, compartió el joven llegado desde África.