En un contexto marcado por la guerra y la incertidumbre geopolítica, el mercado de los exits tecnológicos en Israel se encamina en el 2025 a uno de sus mejores años de la última década.
El valor total de las salidas (fusiones, adquisiciones y ofertas públicas de venta (Initial public offering o IPOs) alcanzó los 58.800 millones de dólares, un salto del 340 por ciento respecto de los 13.400 millones registrados en el 2024.
La operación más relevante detrás de este salto fue la adquisición de la startup de ciberseguridad Wiz por parte de Google por 32.000 millones de dólares, el mayor acuerdo jamás protagonizado por una compañía fundada en Israel.
A eso se sumó la compra de CyberArk por parte de Palo Alto Networks, anunciada en julio, en una operación valuada en 25.000 millones de dólares, la segunda más grande en la historia del ecosistema local.
Más operaciones, tickets más bajos y protagonismo de la IA
De acuerdo con el informe de exits del 2025 elaborado por PwC Israel, incluso excluyendo el caso Wiz, el valor combinado de las operaciones se duplicó frente al año anterior, hasta alcanzar 26.800 millones de dólares.
“Los acuerdos de Wiz y CyberArk establecen un nuevo umbral superior para la posición de Israel en el mapa global de exits y demuestran que el país ocupa un lugar especial en la definición del futuro de la ciberseguridad mundial”, afirmó Yaron Weizenbluth, socio local de PwC.
El informe muestra que el tamaño promedio de las adquisiciones cayó cerca de un 40 por ciento en el 2025, hasta los 160 millones de dólares, frente a los 268 millones del año anterior. Según Weizenbluth, este fenómeno está vinculado al crecimiento de compañías jóvenes, de menos de tres años, muchas de ellas con una fuerte orientación hacia la inteligencia artificial (IA).
En ese sentido, PwC identificó una mayor cantidad de startups creadas en los últimos tres años que ya concretaron su venta durante el 2025: veintidós, frente a solo ocho en el 2024. La mayoría fue adquirida por menos de USD 50 millones y aproximadamente la mitad pertenece al ámbito de la IA, lo que refleja el interés de empresas tecnológicas más maduras por incorporar capacidades emergentes.
Pese a los desafíos derivados de la guerra iniciada tras el ataque del 7 de octubre del 2023, el sector tecnológico israelí continuó operando y concretando transacciones. El ecosistema siguió siendo clave para la economía del país: los empleados del sector pagan más de un tercio del total de los impuestos y sostienen una parte significativa del empleo y de la recaudación fiscal.
El país “es particularmente sensible a las presiones globales que enfrentan las empresas de alta tecnología, desde la inestabilidad geopolítica hasta los cambios impulsados por la IA”, señaló Weizenbluth, citado por Times of Israel.












