¿Nunca soñó con tener en su casa una de esas máquinas que aparecen en las películas de ciencia ficción donde ordena una comida y aparece de manera instantánea? Se están dando pasos en ese sentido en Israel, adonde -por ahora en laboratorio- se puede ordenar un filete de pescado bioimpreso.
De hecho, el propio primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pasó recientemente por las instalaciones de Steakholder Foods, la empresa con base en Rehovot, en el centro del país, para saborear un platillo preparado con pescado hecho en una impresora 3D.
Steakholder es una reconocida compañía del sector del deep tech food, es decir, una empresa que apuesta a desarrollar tecnologías de vanguardia con el objetivo de solucionar importantes problemas actuales, por ejemplo la alimentación y la disponibilidad de proteínas sin necesidad de animales.
Junto a otros altos funcionarios, Netanyahu llegó a Rehovot a mediados de abril. «Comimos pescado producido sin pescado, carne producida sin vacas», le contó el primer ministro a sus seguidores en la redes sociales.
«Esta es una revolución global -afirmó el jefe de gobierno-. Israel es un líder mundial en el campo de la proteína alternativa y nos aseguraremos de que siga liderando», añadió, en referencia al lugar que el país ocupa en el podio en esta carrera, junto a Estados Unidos y Australia.
Para seguir leyendo: ¿Se anima a probar un queso cheddar hecho de garbanzos?
La versatilidad en el proceso de impresión y en el uso de la biotinta «son pasos en el camino hacia la comercialización» de este sistema, explicaron desde Steakholder Foods.
Filete de mero, listo para cocinar
Después de otra demostración de alto perfil para el filete de pescado, de la que participaron ejecutivos y diplomáticos, desde Rehovot destacaron que las tecnologías de bioimpresión y la biotinta de Steakholder «son una plataforma de producción sofisticada para productos híbridos y cultivados».
Para esta parte de su desarrollo, la firma israelí se asoció con la compañía Umami Meats, de Singapur, que fue la proveedora de las células de mero con las que se produjo la biotinta.
A diferencia de los productos cárnicos completamente cultivados que todavía requieren incubación y maduración después de la impresión, el producto de pescado, en este caso el mero, está listo para cocinar apenas salido de la bio-impresora.
La «tecnología única» de Steakholder Foods, subrayaron los voceros de la empresa israelí, «permite imitar la textura escamosa del pescado cocido».
«Desde que recibimos las células de mero de Umami, el equipo de Steakholder Foods estuvo trabajando arduamente para crear tintas biológicas personalizadas y optimizar el sabor y la textura» del pescado para poner a punto el prototipo que degustó Netanyahu.
Israel's Steakholder Foods has partnered with Singapore-based Umami Meats to make 3D printed fish fillets without the need to stalk dwindling fish populations https://t.co/qtHHgy0zz6 pic.twitter.com/Ue2ZRDXohk
— Reuters (@Reuters) May 4, 2023
También desde el terreno de las proteínas alternativas: Israelíes y chilenos se unen para producir proteínas alternativas
También le puede interesar: Aprobada en Israel la comercialización de leche de laboratorio, sin vacas
ביקרתי הערב יחד עם שר המדע אופיר אקוניס בחברת סטייקהולדר (Steakholder Foods) ברחובות, חברת סטארטאפ המייצרת בשר מתורבת – בשר אמיתי שלא הגיע מהחי.
— Benjamin Netanyahu - בנימין נתניהו (@netanyahu) April 19, 2023
אכלנו דג שיוצר בלי דגים, בשר שיוצר בלי פרות. זו מהפכה עולמית.
ישראל מובילה בעולם בתחום החלבון האלטרנטיבי ואנחנו נדאג שהיא תמשיך להוביל pic.twitter.com/bMNxnZYbsD
Esa impresión 3D, apuntaron, representa «un hito exitoso y significativo en la asociación entre Umami Meats y Steakholder Foods».
«Frito y sazonado»
Comentando la noticia, la prensa internacional recordó que el cultivo de células sigue siendo caro para igualar el coste del pescado tradicional, por lo que, al menos por ahora, en la biotinta se diluyen ingredientes vegetales.
De todas maneras, los expertos de Steakholder parecen estar en el camino correcto, si se tiene en cuenta la descripción de una degustación del filete de pescado que difundió la agencia de noticias Reuters.
«Un plato de cristal se desliza hacia delante y atrás en la impresora 3D y el filete blanco del largo de un dedo va ganando masa con cada pasada», escribió el reportero de la agencia británica.
Luego, «el producto final tiene la escamosidad del pescado tradicional -admitió-. Frito y sazonado, es difícil notar la diferencia».