Los desarrolladores de una supercomputadora israelí que aplica tecnología láser para realizar complejas operaciones a la velocidad de la luz recibió una millonaria financiación del Consejo Europeo de Innovación (CEI).
El sistema fue diseñado por la compañía LightSolver, creada por dos físicos del Instituto Weizmann, la doctora Ruti Ben Shlomi (CEO de la compañía) y el doctor Chene Tradonsky (jefe tecnológico o CTO).
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LightSolver recibió 12,5 millones de euros (unos 13,6 millones de dólares) después de un duro proceso de selección. En efecto, el CEI eligió financiar sesenta y ocho empresas entre las 969 que pidieron entrar al programa de acelerador.
Del total de 12,5 millones de euros, dos millones llegarán en forma de un subsidio y los restantes diez millones en la forma de una futura inversión de capital, informaron voceros de la firma israelí, que tiene su base en Tel Aviv.
«Nos sentimos honrados de unirnos a las filas de startups pioneras en campos como la sostenibilidad, la tecnología médica y la tecnología espacial que recibieron financiación del CEI», dijo la doctora Ben Shlomi.
Una computadora más eficaz y más amable con el medio ambiente
LightSolver está desarrollando la primera supercomputadora totalmente óptica con el objetivo de generar más eficiencia que los equipos convencionales, reduciendo drásticamente la huella de carbono industrial y el coste total de las operaciones informáticas.
Se trata de un tema fundamental mientras el mundo científico avanza hacia nuevas computadoras muchísimo más potentes que las tradicionales pero que, al mismo tiempo, consumen mucha más energía.
We are excited to announce that we have been awarded €12.5M in funding as part of the European Innovation Council (EIC) Accelerator Program! The EIC will help us commercialize our all-optical #supercomputer and grow in the #HPC sector. Read more: https://t.co/vmajR0LXFz pic.twitter.com/S6I7qWB9uh
— LightSolver (@LightSolverCo) August 7, 2024
En ese sentido, Ben Shlomi explicó que la cantidad de energía que consume la informática a nivel mundial «creció exponencialmente y se está volviendo insostenible».
«Nuestro procesador basado en láser puede abordar cálculos grandes y complejos más rápido que las GPU -afirmó-. También es mucho menos exigente con el medio ambiente que los ordenadores cuánticos, ya que no requiere vacío ni temperaturas ultrafrías, lo que significa que puede funcionar en un centro de datos» más convencional.
Según se informó, la empresa aprovechará los recursos otorgados por el CEI para avanzar en la comercialización de la supercomputadora láser y acelerar su crecimiento en el sector de la informática de alto rendimiento.
Llega el LPU
El procesador de esta supercomputadora, bautizado Laser Processing Unit (LPU), aprovecha las propiedades naturales de la luz para ejecutar operaciones matemáticas complejas.
Gracias a esa capacidad, apuntaron sus creadores, la LPU permite a la industria y la investigación procesar cargas de trabajo que requieren un uso intensivo de recursos informáticos de forma rápida y con un uso eficiente de la energía.
«Aplicaciones como la ingeniería asistida por computadora, los cálculos de biociencias y los problemas de optimización insolubles se encuentran entre las cargas de trabajo que se pueden acelerar en gran medida con la plataforma de LightSolver», completaron.