Mientras Tesla y su mediático dueño, el magnate Elon Musk, acaparan las portadas de los diarios con sus anuncios, la prensa especializada advierte que la automotriz estadounidense tiene un gran rival que le puede ganar la carrera por el vehículo autónomo sin conductor: la israelí Mobileye
Adquirida en el 2017 por el gigante tecnológico Intel en 15.000 millones de dólares, Mobileye -que tiene su base en Jerusalén- es la principal proveedora de Sistemas avanzados de asistencia al conductor (conocidos como ADAS, por la sigla en inglés de Advanced Driver Assistance Systems) del mundo.
Los sistemas de la firma israelí ya están funcionando desde hace años en automóviles fabricados por colosos del sector como Volkswagen, Nissan y BMW. Muchos vehículos de estas compañías están provistos con los sistemas ADAS que ayudan a los automovilistas a conducir, en especial en cuestiones de seguridad.
El paso siguiente a los ADAS, se espera, será el de los vehículos autónomos, es decir, capaces directamente de «conducirse solos», sin necesidad del usuario al volante, durante todo o parte del trayecto. Una especie de «piloto automático» para coches.
En el marco de esa carrera, Mobileye ya estuvo testeando vehículos autónomos en Israel, Alemania y Estados Unidos durante el 2020, y anunció que expandirá esas pruebas este año a París, Tokio y Shanghai.
Mobileye espera que los primeros automóviles autónomos que comiencen a funcionar públicamente, cuando se concluyan los periodos de pruebas, sean taxis provistos de «Lidar» (por Laser Imaging Detection and Ranging), una tecnología proveniente del terreno de la sismología que calcula distancias iluminando el objetivo con luz láser y midiendo la reflexión con un sensor.
El Lidar se sumará a un amplio rango de tecnologías que utilizan los sistemas de la empresa israelí, entre los cuales se destaca la acumulación e interpretación con inteligencia artificial de millones de datos recogidos cada día en autopistas y calles de ciudades de todo el mundo por los vehículos equipados con Mobileye.
Una «nube» formada con esos datos e interpretaciones permite la construcción informática en tiempo real de los escenarios en los que se mueven los automóviles con ADAS y, en el futuro, los vehículos autónomos.
La combinación del Lidar, la nube y los sensores y cámaras montados en los automóviles, permitirán que los coches autónomos puedan circular de manera segura sin que el conductor tenga que estar todo el tiempo al volante, esperan desde Mobileye.
Enfrente se encuentra Tesla, que prefiere no apostar al Lidar o a los mapas interactivos que se construyen a partir de la nube porque los considera «muletas» que entorpecerán el desarrollo de los automóviles sin conductor.
A fines de octubre del 2020, Tesla llevó a cabo una serie de pruebas abiertas con una versión «beta» de su «piloto automático» con resultados variados, según diversos comentaristas que elogiaron y criticaron el sistema por partes iguales.
Hace pocos días, durante la conferencia CES de tecnología -una de las más importantes del mundo, realizada esta vez de manera virtual, el CEO de Mobileye, el israelí Amnon Shashua, se sumó a los críticos del programa de la compañía de Musk.
Sin nombrar directamente a Tesla, Shashua se mostró contrario a que una empresa «implemente un sistema de porquería, lo llame ‘beta’ y luego intente mejorar y mejorar y mejorar», sobre la marcha.
Los comentarios del científico y empresario israelí no pasaron desapercibidos. Una importante revista especializada, ArsTechnica, tituló que «el principal rival de conducción autónoma de Tesla no es Waymo, de Google, es Mobileye de Intel».
«La división de tecnología de conducción autónoma de Intel, Mobileye, está ganando velocidad, lista para convertirse en una verdadera amenaza para Tesla», señaló por su lado el periódico TechSpot, sintetizando el estado de la carrera global hacia el vehículo con «piloto automático».