La construcción de decenas de nuevos edificios se aprueba periódicamente en Jerusalén, dando impulso a una profunda renovación urbana que está llevando a muchos expertos a preguntarse si la capital de Israel corre riesgo de perder su carácter arquitectónico único.
Jerusalén, coinciden varios reportes periodísticos publicados durante las últimas semanas, está experimentando el mayor auge de construcción en su historia moderna.
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Solamente durante el 2024, las autoridades municipales, bajo el impulso del alcalde, Moshe Lion, aprobaron más de 7.700 nuevas viviendas, más del doble del promedio anual de la década anterior.
Torres de gran altura, muchas de más de 30 pisos, se levantan en medio de «barrios con modestos edificios sin ascensor», señaló, por ejemplo, un informe del portal JNS.
En la entrada oeste de la capital, añadió, «las grúas llenan el horizonte a medida que se acelera la construcción del proyecto Jerusalem Gateway, un centro de transporte y negocios multimillonario».
Una «revolución inmobiliaria» en la antigua ciudad
Citado por el portal, el alcalde Lion aseguró que esta renovación urbana «es un pilar vital de la revolución inmobiliaria» de la ciudad, que hasta hace pocos años era el destino de familias religiosas y ahora es el lugar de residencia soñado de inmigrantes extranjeros y ciudadanos laicos.
Por su parte, una ejecutiva de Africa Israel, uno de los principales consorcios locales de los sectores inmobiliario, de la construcción y el turismo, entre otros, recordó que en el 2007, cuando el entonces CEO de la compañía, Yoram Keren, decidió comprar terrenos en Jerusalén, «lo miraron como si estuviera loco».
«En aquellos años, todos se preguntaban: ‘¿Quién viene a Jerusalén?'», señaló Ronit Eshed Levy, directora ejecutiva de Africa Israel Residence.

Hoy en día, continuó, «no hay un solo promotor inmobiliario que no venga a Jerusalén, porque el municipio se movilizó» para sostener este proyecto integral.
«En cuanto la autoridad se involucra tanto y resuelve obstáculos que, de otro modo, retrasarían el proceso durante meses, todo cambia», aseguró Eshed Levy. «El proceso es muy ordenado, tanto en la aprobación de la planificación como en la concesión de licencias», remarcó.
Lion afirma que esta profunda tendencia se lleva adelante mientras se «revitaliza barrios, moderniza la infraestructura y promueve la justicia» en la ciudad, «a la vez que preserva nuestro carácter histórico y nuestros espacios verdes».
El secreto del éxito
Entrevistado por el sitio Globes, que le dedicó un extenso artículo al tema, el director ejecutivo y propietario del Grupo Beit Yerushalmi, Yechiel Segal, dijo que «el secreto del éxito» inmobiliario y de desarrollo urbano en la capital «no reside en los presupuestos ni en las reformas».
Se está hablando, continuó, de «la ciudad con más limitaciones» del país, con escasez de terrenos y altos estándares de conservación que, al mismo tiempo, «es la más exitosa, profesional y eficiente».
Segal aseguró que los funcionarios de la municipalidad «son las que marcan la diferencia, porque se dedican a promover proyectos día y noche».
Con esta mentalidad de fondo, «la ciudad está creciendo hacia arriba, más rápido y en mayor volumen que nunca», indicó el informe de JNS.

De un promedio de unas 2.300 viviendas al año hasta el 2019, se pasó a 8.000 anuales entre los años 2021 y 2024, le dijo a la publicación la jefa de la División de Desarrollo Estratégico Municipal y Empresarial de Jerusalén, Sharon Mandelbaum.
«Eso representa más de 28.000 viviendas con permisos otorgados en estos pocos años», precisó la funcionaria.
Una ciudad con una imagen muy especial
Este «enorme auge urbanístico», matizó por su parte el informe de Globes, está generando «preocupación entre muchos residentes, ya que podría perjudicar la imagen, los valores y la calidad de vida de la ciudad».
Uno de los planes «que se convertió en símbolo de esta preocupación -siguió el portal israelí de noticias económicas- es la construcción de la torre de 40 pisos con vistas al Monte Herzl y Yad Vashem, conocida ya como el ‘Burj Khalifa de Jerusalén'».
«Para muchos residentes, ese plan simboliza la degradación del perfil urbano actual de la ciudad y el cambio de su carácter tras un desarrollo masivo» que puede cambiar dramáticamente el perfil de la milenaria capital, apuntó el sitio.
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Jerusalén, «una ciudad grande y muy diversa», necesita que se desarrolle «una política para cada barrio por separado», propuso por su lado el abogado Avi Porten, especialista en planificación y zonificación.
Porten dijo que una política de desarrollo debería tratar de manera distinta a los «barrios para la renovación urbana», donde la construcción de rascacielos no genere «vergüenza», y otros históricos, en el centro de la ciudad y de antes de 1948, «que preservaremos».