La compañía israelí Oil Refineries, que forma parte del Grupo Bazan, anunció que invertirá 400 millones de dólares en la expansión de su capacidad de producción de hidrógeno y de la red de estaciones de ese tipo de combustible
El objetivo de la empresa, que tiene su base en Haifa y opera la refinería de petróleo más grande del país, es volverse «verde» para el año 2030.
Según señaló durante una conferencia de prensa en Tel Aviv el presidente de la compañía, Ovadia Eli, el nuevo plan «convertirá a la bahía de Haifa en un centro líder de desarrollo y promoción de combustibles limpios y, al mismo tiempo, garantizará la continuidad funcional en la economía».
«Oil Refineries seguirá siendo una industria vital para el estado de Israel en todos los aspectos: seguridad, economía y medio ambiente», añadió Eli, citado por el periódico económico Globes.
Por su parte, el CEO de la firma israelí, Moshe Kaplinsky, quien se apresta a asumir la posición que hasta ahora ocupa Eli, aseguró que Bazan «liderará el mercado de hidrógeno verde y combustibles alternativos para el transporte en Israel y en la cuenca mediterránea».
«Lideraremos el mercado de polímeros avanzados y biopolímeros», prometió Kaplinsky. Oil Refineries continuó, «tiene la intención de pasar a ser, en los próximos años, de una empresa que produce productos refinados y polímeros a partir del petróleo a un proveedor líder de energía renovable».
El Grupo Bazan es el mayor productor de hidrógeno de Israel, con una capacidad de hasta 8 toneladas por hora. Según los datos más recientes, en el 2015 generó ingresos por unos 13.520 millones de dólares.
