Finalmente se abrió en Tel Aviv una sucursal de la cadena estadounidense de gimnasios Gold’s Gym, que se hizo famosa a nivel global por ser el espacio donde se entrenó Arnold Schwarzenegger mientras se filmaba el documental Pumping Iron (1977).
El primer local israelí de la cadena se inauguró a fines del año pasado, y en estos días está recibiendo gran atención de la prensa por su impacto inicial entre aquellos que buscan mantenerse en forma, en especial en estos tiempos marcados por las secuelas del ataque del 7/10.
También le puede interesar: Hacemos ejercicio por los abdominales, no por la salud (estudio israelí)
Comentando la llegada de la cadena, el diario Maariv aseguró que el sector del fitness «tiene una fuerte demanda» en Israel, «incluso durante un período complejo de crisis e incertidumbre». Los israelíes, añadió, «están pasando más tiempo en los gimnasios en los últimos años».
Con el respaldo de una tendencia que se está desarrollando y creciendo, el estilo de vida saludable «ya entró en la conciencia» de los israelíes, afirmó Haim Frenkel, dueño de otra cadena de gimnasios, Space, y el responsable del arribo de la marca estadounidense.
Según estimaciones del portal de noticias, en Israel operan actualmente cerca de 1.900 gimnasios, que compiten o trabajan junto a cientos de entrenadores personales que ofrecen sus servicios al aire libre o bajo techo.
Un negocio multimillonario
El diario apuntó que los ingresos del mercado de los gimnasios en Israel alcanzaron los 3.850 millones de shekels (algo más de mil millones de dólares) en el 2023, una cifra importante si se tiene en cuenta que en el 2024 en Estados Unidos alcanzó los 42.000 millones de dólares.
«En los gimnasios también se encuentra una salida» para la angustia, la ansiedad y los nervios, «alivia el estrés», enfatizó el empresario, quien eligió la coqueta zona del parque Sarona para abrir el primer local.
Para seguir leyendo: Hijo de un nazi, amigo de Israel: los 75 años de Arnold Schwarzenegger
Frenkel, de 41 años y que se desempeñó como entrenador de fitness durante su paso por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), reconoció que la guerra que estalló tras el ataque del 7 de octubre del 2023 afectó la industria del fitness en el país.
«Los empleados, así como una gran parte de los clientes, estaban de reserva» en las FDI cuando comenzó el conflicto en la Franja de Gaza, señaló el empresario.
Los gimnasios, recordó, tuvieron que enfrentar la escasez de entrenadores y la ausencia de muchos de sus clientes por largos meses. Pero tras el impacto inicial, afirmó, «la gente se adaptó a la situación y volvió a la actividad».
«Al final -dijo Frenkel-, se trata de una actividad de ocio relativamente barata en comparación con unas vacaciones, un restaurante o incluso ropa». Además, completó, «en la era de las redes sociales, es importante que la gente se vea bien».
Un hijo de inmigrantes de Bielorrusia
El reporte indicó que el desembarco de Gold’s Gym, que desde el 2020 pertenece al grupo alemán RSG, involucró una inversión de seis millones de shekels (cerca de 1,67 millones de dólares) y que Frenkel espera contar con cinco sucursales para el 2026.
También le puede interesar: El ejercicio físico sigue siendo el mejor remedio para la depresión
La cadena cuenta con unos 700 locales en todo el mundo, impulsados por la marca que se hizo famosa gracias a la idea de sus directivos en 1975: prestar las instalaciones del gimnasio original en Venice Beach, California, para la filmación de un documental.
El inesperado éxito de Pumping Iron terminó lanzando al estrellato al joven fisiculturista Arnold Schwarzenegger y convirtiendo al gimnasio creado por Joe Gold, el hijo de inmigrantes judíos llegados de Bielorrusia, en una marca de alcance global.