Como muchos otros latinoamericanos en Israel, Mariana Bravo vino al país por amor. En su México natal conoció a un israelí, juntos se vinieron a Tel Aviv, aquí se casaron y tuvieron a su primera hija. Ella trabaja en una empresa local de marketing turístico pero, asegura, necesitaba algo más
Para Mariana, además de la familia, se trataba también de poder traducir en acciones concretas el privilegio de tener «dos mundos», el latinoamericano y el israelí.
Como le pareció que en Israel «faltaba un poco de color», la idea no tardó en surgir: ¿por qué no compartir con sus nuevos vecinos los amados colores de Oaxaca?
Dicho y hecho, ahora los israelíes tienen la chance de adquirir un pedacito de la magia de ese estado del sudoeste mexicano en la forma de bolsos, blusas y hamacas, entre otros productos.
«Llegué a Israel hace unos seis años, con mi entonces novio israelí, ahora mi esposo, a quien conocí en Playa del Carmen«, cuenta Mariana a IsraelEconómico.
Aquí, Mariana comenzó trabajando junto a a la gente de Magdala, un conocido proyecto arqueológico emparejado con la construcción de un hotel, en el norte del país, del cual participan mexicanos.
Mientras se asentaba en la sociedad local, «siempre busqué la manera de hacer negocios entre México e Israel, de aprovechar la ventaja de estar en dos países», cuenta.
La idea de exponer a los israelíes a los tejidos de Oaxaca nació por decantación, ya que Mariana siempre llevó encima productos de ese origen, el estado adonde nació su abuela, una figura muy influyente en su vida.
«Mucha gente aquí me decía ‘Oye, que bonita está tu bolsa’, ‘Que linda blusa’«, recuerda Mariana, según la cual «muchos israelíes viajan a México y quedan enganchados con la estética del país, en especial con sus artesanías».
En una reciente entrevista en video con la organización Fuente Latina, Mariana relató que su idea es «unir a Israel con México a través de la moda».
«Siento que Israel es un país con mucha vida, sin embargo creo que le hace falta un poquito de color», añadió.
Ahora, siguió en su conversación con IsraelEconómico, «estoy vendiendo hamacas, blusas, bolsas de algodón y todo tipo de productos hechos a mano por artesanas indígenas» de Oaxaca.
Los productos llegan a los israelíes en algunas ferias públicas, como la que se realiza en el centro comercial HaTajaná, en una vieja estación de ferrocarril en Tel Aviv, y también a través de la página de Facebook de esta emprendedora «chilanga», a la que se accede cliqueando aquí.
Mariana considera que en Israel «se ven pocas artesanías» de esta calidad, por lo que el público aquí todavía tiene que «aprender» el valor del trabajo aplicado a este tipo de productos.
«Pero, con constancia, lo vamos a lograr, y en un futuro querría hacer mi tienda bien conocida en Israel y, después, también en Europa y en Estados Unidos», afirma la mexicana.
En cuanto al origen de estos tejidos, Mariana cuenta que paga a las artesanas «el precio que me piden», sin regatear, compartiendo el espíritu del «fair trade», el movimiento que viene apoyando justamente el empoderamiento de artistas indígenas en todo el mundo.
«Ellas -reconoce- son las que generan la magia» de estos productos que vienen coloreando Tel Aviv.
Para completar la entrevista, Mariana comparte un deseo: «que los latinos en Israel nos apoyemos los unos a los otros para alcanzar nuestros objetivos».