La oleada de antisemitismo que estalló alrededor del mundo tras el ataque terrorista del 7 de octubre del 2023 está impulsando el negocio inmobiliario de lujo en Jerusalén, adonde muchas familias ricas del exterior están llegando para instalarse definitivamente.
Así lo señala un reporte publicado por el Jerusalem Post, que remarca, en primer lugar, un boom de la construcción en la capital de Israel, que ya cuenta con más de un millón de habitantes.
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La ciudad, recordó el diario, pasó de un promedio de 2500 a 3000 nuevas unidades de vivienda aprobadas anualmente en los últimos años «a alrededor de 7000 unidades en el 2023, con expectativas de más de 8000 unidades en el 2024».
Y se trata solamente de «aprobaciones de permisos de construcción», agrega el reporte. El impacto en el mercado, remarcó el Post, se sentirá en tres o cuatro años, «cuando se complete la construcción y se entreguen los apartamentos».
«Estamos viendo un aumento sustancial en el interés de los residentes extranjeros ricos» por mudarse a Israel, y más precisamente a la capital, le dijo al diario un destacado empresario del sector de bienes raíces de lujo, Oren Cohen.
Planes de emigrar a Israel
Ya no son «pequeños apartamentos para inversiones o estancias de corta duración: ahora se trata de viviendas permanentes para familias enteras», añadió Cohen, quien señaló una «tendencia creciente», dijo el diario, de compradores que planean emigrar a Israel dentro de uno o dos años.
«Muchos más están considerando la inmigración dentro de los próximos cinco años», apuntó el diario, según el cual «el creciente antisemitismo en países clave como Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y Francia son un factor importante» para este auge.
En efecto, después del ataque del 7/10, cuando el grupo islamista Hamas mató a 1200 personas en el sur de Israel y secuestró decenas de rehenes, y de la consecuente guerra en Gaza, se viene registrando una ola global de antisemitismo disfrazado de crítica contra Israel.
El fenómeno se observa con mayor preocupación en Estados Unidos y en Francia. A fines de junio último, un inmigrante llegado a Israel desde Estados Unidos le dijo al New York Post que es hora de que los judíos «se despierten» y abandonen el país norteamericano.
«Judíos, salgan ahora, lárguense mientras puedan», advirtió Hillel Fuld en la conversación con el diario neoyorquino. En la nota, el Post recordó cifras difundidas en abril por la policía de Nueva York sobre un aumento del 45 por ciento en los ataques antisemitas en la ciudad.
Las cosas no están mejor en París
La situación no es mejor en Francia, donde también residen numerosas familias judías de alto poder adquisitivo. El tema del antisemitismo fue un elemento importante en la campaña para las recientes elecciones legislativas, que terminó registrando una victoria de la izquierda anti-israelí.
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Con este panorama de fondo, muchas familias adineradas de Francia, Estados Unidos y otros países occidentales están buscando mudarse a Israel, con sus preferencias puestas en la siempre cautivante Jerusalén y en clave de lujo.
Desde octubre del 2023, con el comienzo de la guerra en Gaza, «estamos viendo un aumento notable en la demanda de residentes extranjeros adinerados, lo que se refleja en más compras en áreas de alta demanda de Jerusalén», confirmó Cohen, el empresario inmobiliario israelí.