El gigante tecnológico estadounidense Oracle abrió una oficina subterránea y blindada, capaz de soportar ataques con cohetes, en Jerusalén, y planea abrir pronto una segunda base en Israel
Se trata de un centro de datos especializado en computación en la nube -es decir, servicios de almacenamiento en red, por fuera de los equipos de los usuarios, para reforzar su seguridad- y brindará atención a empresas locales.
Con la apertura de esta planta, dijo la multinacional en un comunicado, «Oracle reafirma su compromiso con Israel». Además, el centro permitirá que los clientes israelíes mantengan sus datos en servidores locales, evitando otros ubicados en el extranjero.
Esta nueva estación de servicios en la nube, continuó el reporte, «se basa en una instalación subterránea reforzada» capaz de «proporcionar los niveles más altos de seguridad contra ataques físicos», incluyendo misiles.
«Las empresas y las entidades gubernamentales necesitan pasar a la nube rápidamente», y esta nueva base subterránea en Jerusalén «lo hace posible», afirmó Safra Catz, la directora ejecutiva de Oracle.
Al anunciar el miércoles de esta semana la apertura de la planta blindada, Oracle dio a conocer también sus planes para una segunda base de nube regional en el país.
Esta segunda planta «proporcionará a los clientes capacidades de recuperación ante desastres y continuidad del negocio aún más sólidas, además de garantizar que todos sus datos permanezcan dentro de Israel«, informó la multinacional norteamericana.