En muchos países, cada vez menos gente entra al mercado laboral para dedicarse a trabajos agrícolas (apenas un 1 por ciento en Israel), una tendencia que está teniendo un fuerte impacto en la industria de los alimentos
Entre las soluciones que se están desarrollando para enfrentar este problema, conozca al robot israelí que cosecha tomates «a dos manos».
La startup MetoMotion tiene su base en Yokneam Illit, en el norte de Israel, pero su origen -como no podía ser de otra manera- se encuentra en un kibutz.
Es que su fundador, Adi Nir, creció en una de esa localidades de gestión colectiva y conoce de primera mano el esfuerzo detrás de la agricultura.
«Escuchamos muchas veces que los agricultores dejan que los cultivos se pudran porque no hay nadie para recogerlos», le dijo el emprendedor al diario Times of Israel.
«Hoy no se pueden cultivar tomates como hace 30 años» y «para que sean de alta calidad y competitivos en precio, se necesita hacer alguna transformación», agregó.
«En agricultura, cada planta es un poco diferente»
MetoMotion se fundó en el 2016 y ahora se encuentra en una nueva etapa de crecimiento, por lo cual se lanzó al mercado de los capitales de riesgo para conseguir otros ocho millones de dólares para pasar escalar la producción de sus robots, que -aseguran- reduce en un 50 por ciento los costos de cosecha.
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Antes, la compañía recolectó diez millones de dólares del consorcio de inversión liderado por la israelí Trendlines Group y la empresa de tecnología verde Ridder, de los Países Bajos, entre otros.
Nir recordó que, «a diferencia de otras aplicaciones robóticas o industriales, que se caracterizan por tareas más repetitivas, en la agricultura cada planta es un poco diferente».
Por eso, apuntó, «se nos ocurrió una solución basada en capacidades de Inteligencia Artificial para observar las plantas, comprender su estructura, el entorno, cómo medir la madurez y cómo decidir si está lista» para la recolección de los frutos.
Los robots de MetoMotion, bautizados Grow, son autónomos y cuentan con dos brazos mecánicos para recoger tomates de ambos lados de una fila simultáneamente en invernaderos de alta tecnología.
Para llevar a cabo su tarea, el vehículo cuenta con un sensores de visión que generan un «mapa» de las plantas. Otros sensores instalados en los senderos del invernadero evitan accidentes con el vehículo.
El robot corta y recoge cada tomate en una sola acción
Según explicaron desde la startup israelí, los brazos mecánicos son capaces de, por ejemplo, cortar tallos sin causar daño a las plantas.
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This robot can harvest tomatoes without damaging them. MetoMotion greenhouse robotic tomato harvester.
— Tech Burrito (@TechBurritoUno) March 16, 2022
via @gigadgets_pic.twitter.com/upgIxTnq3b
Gracias al sistema de visión con Inteligencia Artificial, el robot corta y recoge cada tomate en una sola acción y lo deposita en una cinta transportadora que coloca el fruto en cajas en un remolque.
Cuando el robot que cosecha tomates completa una fila, «sabe» que tiene que detenerse y regresar al comienzo de su recorrido para que se retire el remolque con las cajas (que se llevan al depósito) y recomenzar su tarea en otro sendero.
En diciembre del año pasado, Grow recibió una medalla de bronce en el prestigioso evento europeo de agricultura SIVAL, y unos meses antes comenzó a «trabajar» en un invernadero productor de tomates Red Star en Maasdijk, en el sur de Holanda.
«Es muy confiable, nunca está enfermo o de vacaciones e incluso puede trabajar toda la noche», lo presentó en ese momento un periódico local.
Citados por el diario, directivos de MetoMotion y de Ridder explicaron que cosechar con el robot Grow es, además, mucho más higiénico. El riesgo de enfermedades en las plantas es mucho menor «porque hay menos momentos de contacto» con los productores, destacaron.