En medio de los crecientes problemas que el cambio climático está creando a los agricultores alrededor del mundo, una empresa israelí desarrolló un sistema que controla el «latido» de las plantas y avisa cuándo y cuánto irrigarlas.
El sistema diseñado por SupPlant recopila datos de sensores instalados a lo largo de las plantaciones y huertas y crea recomendaciones de riego en tiempo real para los productores, basadas en esa información.
Se trata, explican, de ayudar a los agricultores a aumentar los rendimientos mediante el uso optimizado del agua, particularmente en zonas donde el suministro del vital líquido es afectado negativamente por el cambio climático.
«Básicamente, se trata de poner un reloj inteligente en una planta y hacer que aprenda las métricas y los latidos del corazón» del vegetal, explicó el director ejecutivo de SupPlant, Ori Ben Ner.
Hablando con el portal israelí de noticias tecnológicas NoCamels, Ben Ner añadió que, «en términos simples, aprendemos cómo se comportan las plantas» frente al clima y, «en consecuencia, iniciamos recomendaciones, principalmente sobre cómo regar».
«Podemos entender cómo se comportará un árbol o un fruto o qué tamaño tendrá dentro de una o dos semanas, y tomar decisiones basadas en eso», precisó el emprendedor israelí.
Los sensores del «latido» se colocan en el suelo, en los surcos de la tierra y en las hojas y los frutos de las plantas. El sistema recopila datos de medición del tamaño de la planta cada media hora y los envía a los agricultores a través de un panel digital.
A través de los cambios detectados se puede establecer cuando las plantas están bajo estrés extremo debido, por ejemplo, a una ola de calor o a un suministro insuficiente de agua.
Con esa información, los agricultores pueden actuar y proporcionar a las plantas la cantidad exacta de agua que necesitan, cuando la necesitan.
En la actualidad, nueve años después de la creación de la empresa, los sensores de SupPlant se usan en varios países alrededor del mundo desde Australia a México, pasando por Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Marruecos.
Ben Ner le dijo a NoCamels que la empresa está trabajando en adaptar su sensor del latido de las plantas a granos y cereales, los cultivos más comúnmente producidos en todo el mundo.
Son «cultivos que generalmente no se riegan sino que se alimentan de lluvia», y que a menudo «se ven muy perturbados y alterados debido a las sequías» y las precipitaciones irregulares, completó.