Speedbird Aero, una empresa de delivery con drones de Brasil, firmó un memorando de entendimiento con la israelí High Lander, un desarrollador y proveedor de servicios de gestión de tráfico no tripulado, para organizar el sistema aéreo de sus aparatos de entrega a domicilio.
«Esta colaboración internacional entre dos de las empresas líderes de la industria está destinada a revolucionar la seguridad y la eficiencia de las entregas basadas en drones», afirmaron en un comunicado.
Se trata de un acuerdo alcanzado en un momento en que esa industria «está experimentando un rápido crecimiento global», agregaron.
«Estamos entusiasmados de asociarnos con High Lander», afirmó Samuel Salomao, CPO de Speedbird Aero. «Al integrar sus servicios, mejoramos la seguridad y la eficiencia de nuestras operaciones logísticas» con drones, añadió.
Según Salomao, con el aporte de la tecnología israelí, «podemos garantizar el funcionamiento seguro y eficiente de nuestros drones» en Brasil, «lo que nos permite entregar paquetes de manera más rápida y confiable que nunca, incluso en los entornos más complejos».

Citado por el diario Times of Israel, el CEO de High Lander, Alon Abelson, explicó que «en Brasil hay muchos lugares en los que se debe conducir para rodear un río para entregar paquetes, y tardar hasta cuarenta minutos, o quedarse atrapado en la hora pico» del tráfico en las carreteras.
Es posible una «supervisión total»
En cambio, destacó, «los drones pueden cruzar un río y acortar la entrega a unos pocos minutos, y el reparto de última milla se gestiona mediante métodos tradicionales».
Voceros de las compañías apuntaron que, a medida que el sector de delivery con drones «continúa expandiéndose en todo el mundo, la necesidad de sistemas de alto rendimiento y una gestión confiable del espacio aéreo se vuelve crítica».
Con la adición de la tecnología israelí, «Speedbird Aero se asegurará de que sus operaciones de vuelo se lleven a cabo de manera segura y eficiente sin poner en peligro» a otros drones o personas en tierra, «mientras demuestra a los reguladores que es posible una supervisión total» en esta industria.