María López es CEO del Grupo Semana, uno de los principales conglomerados de medios de Colombia y de América Latina. También una fuerza detrás de incontables iniciativas en favor de la sustentabilidad y de la innovación. De paso por Jerusalén para participar del reciente summit de OurCrowd, María aseguró que Colombia está listo para convertirse en el «hub» de las economías del futuro próximo en la región y, para eso, espera contar con un aliado especial: el ecosistema de tecnología e innovación de Israel.
Uno de los puentes para esa alianza, afirmó la empresaria, es la Corporación Ventures, un canal de apoyo a emprendedores colombianos que nació de la mano de la revista Dinero, una de las más destacadas portadas del Grupo Semana. Ventures viene apoyando a emprendedores desde 1999, cuando lanzó su primer concurso, y a fines del año pasado realizó su propio summit, en la ciudad de Cartagena de Indias.
De la reunión participó Jon Medved, el fundador de OurCrowd, la plataforma israelí de crowdfunding que logró recolectar más de mil millones de dólares en los últimos seis años y que tiene un record impactante de empresas en funcionamiento y de exits. En Cartagena se concretó una «first date» entre las plataformas de Israel y de Colombia.
La reunión de OurCrowd en Jerusalén, de mediados de marzo, fue una «second date -bromea María-, fuimos al cine y nos tomamos de la mano».
«Hace veinte años, con la revista económica que es líder en Colombia, fundamos Ventures como un concurso para promover el emprendimiento en Colombia, para buscar las mejores startups del país, y se convirtió en el más importante que tenemos en el país» en ese terreno, contó López en entrevista con IsraelEconómico.
En Ventures, continuó, «tenemos una capacidad de entender el ecosistema, mapearlo, y acelerar y ayudar a los emprendedores a formular mejor su emprendimiento para que realmente despegue». El concurso, afirmó, «se convirtió en una entidad muy relevante para nosotros como país, y el año pasado dimos el siguiente paso al convertirla en una organización latinoamericana».
María contó que Colombia «está en un momento muy crítico como país, acabamos de firmar un proceso de paz después de cincuenta años de guerra, la guerra más larga del continente, que separó al país por regiones, que no permitió que se desarrolle la infraestructura, no permitió que se desarrollen los procesos de agricultura en un país como Colombia, típico de América del Sur, que tiene que vivir de su tierra».
El conflicto, continuó, «también generó un gran desplazamiento interno de unas seis millones de personas a nivel interno y externo, personas que apenas pudieron agarrar sus maletas con lo que pudieran coger y terminaron migrando a las ciudades».
Ahora, señaló, «Colombia es la joya de la corona en muchas cosas, se volvió la niña bonita del baile en muchas otras, tenemos una democracia estable, pero es un país de una inequedad profunda, con los más ricos entre los más ricos y los más pobres entre los más pobres», Para María, «esa brecha de inequidad es tremenda, y eso no permite que la innovación y el desarrollo se den correctamente» en el país.
– ¿Y cómo entra Israel en ese escenario?
– Israel tiene muchas características muy similares a las de Colombia, pero está a años luz de enseñanzas para nosotros, y creemos que Colombia e Israel tienen una conexión muy bella de aprendizaje, donde los colombianos podemos aprender mucho. Aprender de la adversidad, de cómo pensar cuando hay recursos limitados.
Somos un país tremendamente rico, el país más biodiverso del planeta, pero la pobreza de nuestro desarrollo es tremenda. Se tienen poblaciones sin agua, sin saneamiento básico, sin educación. En medio de una selva maravillosa pero sin desarrollo para el ser humano. Tenemos también dificultades tremendas con nuestros vecinos, ahora estamos en un momento muy complejo con Venezuela, e Israel sabe mucho de cómo lidiar con este tipo de problemas.
– Tengo entendido que esta conexión entre Israel y Colombia tuvo un capítulo muy importante durante el reciente summit de Ventures. ¿Es así?
– Así es. Con la presencia de Jon Medved y de Ourcrowd en Cartagena empezamos a gestar una alianza muy importante. Ahora estamos aquí en Jerusalén porque creemos que Colombia, aunque nuestro mercado es pequeño, tiene una gran oportunidad para convertirse en el hub de América Latina.
Creando un puente con Israel, podremos lograr traer tecnología israelí, mejorar nuestros sistemas de innovación, de tecnología, de educación. Creemos que hay muchísimo para aprender. Y que necesitamos crear más empresas, darle oportunidades a la gente joven, permitir que las empresas más importantes del país cada año sean empresas nuevas que entran, y que no sean las mismas de los últimos siglos.
– ¿Cuáles son los próximos pasos en este camino?
– Estamos explorando una alianza para crear sinergía con empresarios colombianos y empresas israelíes, empresas de OurCrowd, queremos crear un fondo de inversión para invertir en los proyectos de esa plataforma. También organizar un gran fondo con el gobierno colombiano para que invierta en innovación y que tal vez tenga participación de compañías israelíes.
Necesitamos transferir conocimientos, traer inversionistas de todo el mundo a Colombia, para invertir en empresas colombianas, poder aprender, poder hacer sinergía.
– ¿Y cuáles son las ventajas de Colombia? ¿Cómo se proponen seducir a los inversores globales?
– Hay muchas startups en mi país. Y si bien nuestra principal fortaleza no es la tecnología, la de Colombia es una economía emergente a la que el mundo le está poniendo los ojos. Es muy posible que cuando se traiga una mirada externa se empiecen a detonar muchísimas cosas maravillosas que el país mismo no está viendo en estos momentos.
Tenemos mucho en agricultura y en bioinnovación, Al tener la selva más biodiversa del mundo por metro cuadrado hay muchas entidades científicas estudiando las propiedades de frutos que el mundo no conoce porque solamente existen en Colombia.
La cultura es otro punto fuerte, aunque sea intangible. Colombia está produciendo la música del mundo, y ahí hay muchísimo por aportar.
Estamos trabajando en todos estos temas de economías creativas y culturales también, produciendo contenidos en español para gigantes como Netflix: muchas de las series en español que se ven allí son producidas por colombianos, con directores, fotógrafos y guionistas del país.
También estamos marcando mucho la parada en temas de tecnología y consumo. Hay empresas como Rappi, que hace tres meses que se convirtió en el primer unicornio colombiano, que está en Argentina, está en México y entrando a Brasil
– ¿Y a un nivel más personal, que la trajo a Jerusalén?
– Nosotros tenemos el reto de transformar un medio de comunicación. Por eso, venir a este país maravilloso y reunirme con las veinte o treinta compañías con las que lo hice, firmas de tecnología, data, personalización, contenidos y de monetización, como empresaria me abre los ojos, me abre las puertas y me permite conectarme con las empresas israelíes que van a ser un punto focal de la transformación del Grupo Semana.