El gigante multinacional estadounidense de la tecnología y las comunicaciones Google quiere tender una red de fibra óptica que una a la India con Europa y, en ese trayecto, conecte a Arabia Saudita con Israel
Así lo reveló el periódico norteamericano The Wall Street Journal, según el cual Google ya está «sentando las bases» para la red de fibra óptica, que costaría unos 400 millones de dólares.
La nueva red «conectaría a los enemigos históricos y abriría un nuevo corredor para el tráfico de internet» en la región que cubre desde la India al continente europeo, añadió el diario de Nueva York.
El reporte, difundido a principios de esta semana, se da a conocer mientras crecen las noticias sobre nuevos emprendimientos entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), países que establecieron relaciones diplomáticas y firmaron los Acuerdos de Abraham en setiembre último en la Casa Blanca.
Los acuerdos alcanzan también a Bahrein, y las especulaciones de la mayoría de los analistas políticos y expertos en Medio Oriente señalan que Arabia Saudita sería uno de los próximos países de la región dispuestos a firmar la paz y abrir lazos diplomáticos regulares con Israel.
El Wall Street Journal señaló como fuente de la versión a «personas familiares con el proyecto», pero todavía no fue confirmada por las autoridades de Riad consultadas por la prensa internacional.
Por su lado, el periódico económico israelí Globes dijo que Google «llama al nuevo corredor Blue Raman, en honor al físico indio Chandrasekhara Venkata Raman», y que el tendido de la red alcanzaría alrededor de 8.000 kilómetros de cableado de fibra óptica, parte de manera submarina y parte terrestre.
El objetivo del plan, añadieron otros diarios internacionales, sería el de establecer una línea más rápida entre India y Europa, que evite la congestión que se registra actualmente cuando el tendido pasa por Egipto.
De todas maneras, según dijo Globes citando el reporte del Wall Street Journal, todavía es «demasiado pronto para declarar» que el proyecto seguirá adelante, ya que el cable deberá cruzar «varias fronteras» y «requerirá la aprobación de varias agencias» de regulación de los países involucrados.