Una startup israelí desarrolló un proceso para elaborar leche sin vacas, a partir de hongos, y asegura que sus productos son más saludables, más ecológicos y más baratos.
Desde la empresa ImaginDairy, que tiene su base en Haifa, en el norte del país, aseguran que su sistema de producción nació de una combinación de «admiración por los lácteos, preocupación por el planeta y experiencia científica».
¿La clave? «Creamos proteínas lácteas que poseen el mismo sabor intenso, funcionalidad, experiencia, sensación en boca y nutrición» que los productos derivados de las vacas «que siempre conocimos y disfrutamos», agregan.
Sus productos sin origen animal, apuntan, «tampoco contienen lactosa, hormona del crecimiento ni colesterol».
Datos genéticos gratis, online
ImaginDairy utiliza códigos genéticos que están disponibles de manera gratuita para recrear el ADN de las proteínas de la leche, explicó el director ejecutivo y co-fundador de la compañía, Eyal Afergan.
Durante una entrevista con el portal NoCamels, Afergan precisó que esos datos genéticos están incluso disponibles en el website del National Center for Biotechnology Information (Centro Nacional para la Información Biotecnológica), un organismo federal estadounidense.
«No estamos usando algo único -reconoció el emprendedor israelí-: lo que es único es la forma en que lo aplicamos».
El ADN modificado, explicó Afergan, se inserta en una «ubicación específica» dentro del ADN del hongo, estimulándolo para que luego produzca la proteína de la leche.
«Básicamente -describió-, ‘secuestramos’ los elementos reguladores y las ‘instalaciones de producción’ del hongo y los hongos comienzan a elaborar nuestra proteína objetivo» para desarrollar leche.
Afergan recordó que hay dos proteínas principales en la leche: el suero y la caseína, que están presentes en todos los alimentos a base de ese producto que nos brindan las vacas.
La caseína constituye aproximadamente el 80 por ciento de la proteína de la leche bovina y el suero, aproximadamente el 20 por ciento restante. Utilizando un proceso llamado fermentación de precisión, ImaginDairy recreó esas proteínas en laboratorio para generar todo tipo de productos lácteos.
Una tecnología probada, con una vuelta de tuerca
Esta fermentación «alternativa» no es una novedad, ya que se utiliza en la industria de los alimentos desde hace cuatro décadas, en distintas variedades.
Pero la startup israelí se distingue por apostar a los hongos, que son fáciles y rentables de cultivar, duplican su tamaño cada 24 horas y se pueden recolectar apenas cuatro días después de que sean visibles en el suelo, según remarcó el CEO de ImaginDairy.
Una vez que el hongo cosechado produjo la proteína láctea necesaria, continuó Afergan durante la entrevista con el portal de noticias tecnológicas, la startup añade grasas, carbohidratos y otros ingredientes de origen vegetal para crear productos lácteos específicos, como leche, queso o incluso helado.
«Nuestro proceso es, por lejos, mucho más respetuoso con el medio ambiente» que la cría y explotación de vacas lecheras, enfatizó.
Es que, según la organización ambientalista World Wildlife Fund, actualmente hay nada menos que 270 millones de vacas en granjas lecheras en todo el mundo, creando -entre otras cosas- hasta 300 litros de metano al día, con consecuencias letales en el proceso del efecto invernadero.
«Imaginamos un mundo donde pudieran existir proteínas lácteas deliciosas y reales mientras las vacas vagan libres y el planeta prospera», dicen desde esta empresa israelí que desarrolla la «leche de hongos».
«Con la ayuda de la ciencia y la perseverancia -completaron-, convertimos nuestra visión en una realidad para todos».