Es un negocio de miles de millones de dólares, pero todavía sigue empleando trabajadores que parecen trapecistas del pasado y que ponen en riesgo sus vidas día tras día. Una startup israelí quiere que, de ahora en adelante, sean unos robot-araña los que se encarguen de limpiar los frentes de los edificios.
El sistema funciona como el robot aspiradora «que usted deja limpiando el piso mientras se puede ir a cualquier parte», explica Ido Genosar, CEO y co-fundador de Verobotics, una empresa emergente con base en Tel Aviv.
«La navegación es automática, basada en una solución de visión artificial», añadió el emprendedor, citado por el portal de tecnología NoCamels.
Según el reporte, «el robot se mueve como un cangrejo, levanta un brazo, lo mueve, lo sujeta al vidrio, luego levanta el otro y así sucesivamente, literalmente sube, baja y cruza todo el edificio».
«Estamos creando una revolución para un mundo que no ha cambiado desde que se estableció»
También revisa el exterior en busca de sectores que necesiten reparaciones, no necesita agua ni ningún otro líquido, «y todo cabe dentro de una caja que puede llevar una sola persona».

Increíblemente, en una época de Inteligencia Artificial (IA) y automóviles que se manejan solos, la industria del facade maintenance, o mantenimiento de fachadas de edificios, se apoya en el trabajo de altura de miles de seres humanos que usan pértigas, correas y andamios.
La revolución pendiente en este negocio no está atrasada por cuestiones de dinero: según cifras citadas por Statista, solamente en Estados Unidos este sector movió 31.400 millones de dólares en el 2014, una cifra que, se estima, se elevará hasta los 61.400 millones para el 2024.
«Estamos creando una revolución para un mundo que no ha cambiado desde que se estableció», afirman desde la Verobotics. Los robots-araña, señalan, requieren «mínima o ninguna participación humana» para ser activados.
Además, son hasta un 50 por ciento más económicos que las alternativas manuales existentes y representan una solución que se enfoca «en la seguridad del personal, evitando riesgos innecesarios».
El robot-araña simplemente se aferra al costado de un edificio y utiliza sofisticadas ventosas para maniobrar
Genosar, que viene de una familia de importantes constructores en Israel, investigó a fondo el sector y se dio cuenta de que nadie estaba buscando opciones más seguras para este peligroso trabajo en altura.
«Hablé con directores ejecutivos, con personas muy inteligentes de los terrenos de la limpieza y la inspección, pero el 99 por ciento de ellos no procedía de la industria de la construcción y nunca habían pasado un día en el techo de un edificio», contó.
El emprendedor se asoció con el experto en IA y robótica Itay Levitan para desarrollar un pequeño robot-araña que simplemente se aferra al costado de un edificio y utiliza ventosas sofisticadas para maniobrar.
«Puede limpiar fácilmente cuatro veces más área de ventana en un día que un hombre con una cuerda», dijo Genosar.
Aunque no ofreció mayores detalles sobre la tecnología de sus equipos, Genosar apuntó que los robots van «literalmente caminando verticalmente sobre el edificio», limpiando sin necesidad «de agua o jabón».
«Desarrollamos un proceso mecánico único que limpia de una manera muy inteligente, eficiente y respetuosa con el medio ambiente», resumió.