Si está planeando unas vacaciones en las Bahamas y sigue las reglas judías para los alimentos, vaya tranquilo: ya está funcionando un restaurante kosher que, además, tiene inspiración latinoamericana.
De hecho, el menú del restaurante va más allá con la fusión, ya que cuenta con una fuerte influencia del Oriente. De allí su nombre, Cinko Asian Latino Grill.
Ubicado en el hotel Grand Hyatt Baha Mar, en Nassau, los directivos de Cinko aseguran en su website que el menú kosher se elabora «bajo la estricta supervisión de Jabad de Bahamas».
(La supervisión -así como la certificación– kosher es una condición muy importante, en especial en destinos más o menos exóticos, como ocurrió recientemente en Bahrein o en los Emiratos Árabes Unidos).
Desde Cinko destacan la posibilidad de disfrutar una cena de Shabat, solamente con reserva, y en un salón de la sinagoga de Jabad, a pocas cuadras del restaurante (que abre solamente de domingo a jueves).
Entre las opciones de las comidas del viernes a la noche figuran, por ejemplo, ensalada Asian Market o ensalada rusa para la entrada y salmón estilo Nitsuke o una chuleta asada para el plato principal, que también se pueden pasar a buscar para el lunch del sábado por el take out del hotel.
Otras delicias para el Shabat incluyen el pollo a la brasa estilo peruano, algo que se explica porque el chef principal de Cinko, Jerson Reyes, es originario de Lima.
La aparición del restaurante kosher en Bahamas fue comentada por el diario israelí Jerusalem Post, que entrevistó a Reyes y al sous chef ejecutivo, Julio Acosta, también nacido en la capital peruana.
El chef principal y el sous-chef de Cinko son originarios de Lima, la capital de Perú
El periódico contó que esta es la primera vez que Reyes y Acosta -contratados por el restaurante en abril de este año- trabajan en un menú kosher, «por lo que algunos de los elementos resultaron bastante desafiantes para ellos al principio».
Uno de esos, en particular, fue «sustituir la salsa de ostras, que, por supuesto, es un ingrediente común en la cocina asiática», continuó el diario de la capital israelí.
«Pero las cosas resultaron bien y los chefs pudieron idear su propia receta kosher» para esa salsa clásica de la comida asiática.
Al parecer, los ingredientes de la salsa kosher de ostras sin ostras son un secreto. En todo caso, las «limitaciones iniciales» iniciales impuestas por las reglas alimentarias judías «se convirtieron en nuestra fortaleza», afirmó Acosta.
Funcionando dentro de un Hyatt, los precios -por supuesto- no son baratos. Por ejemplo, un taco de bulgogi de ternera estilo coreano, con ensalada de kimchi, cuesta 28 dólares estadounidenses, lo mismo que sale un ceviche «nikkei».
Luego, un plato de sopa de tortilla cotiza 21 dólares y una ensalada de quinoa apenas 18 dólares, pero hay que agregarle otros 12 si la quiere con pollo o 18 con salmón.
Los platos «grandes» marcan los precios más altos (incluso en Bahamas y para un restaurante kosher), con un Nitsuke criollo en los 58 dólares, el sudado tailandés a 56 y el lomo saltado 60 dólares.
Para los postres, entre las opciones se destacan los churros y el flan de coco, ambos a solamente doce dólares estadounidenses.