Es tan común en estos tiempos viajar en avión que docenas de websites se dedican a ofrecer tickets a cualquier destino y en cualquier fecha, proveyendo servicios a viajeros y a agencias de turismo. ¿Pero qué pasó con los trenes? Una start up israelí propuso una solución: un sistema como alguno de los que se dedican a los aviones, pero centrado en los ferrocarriles.
La empresa Save a Train, que tiene bases en la localidad israelí de Ramat HaSharon, en la periferia norte de Tel Aviv, y en Amsterdam, Holanda, desarrolló un software, un sistema de algoritmos e inteligencia artificial, que permite manejar de la manera más eficiente posible los viajes en tren, su disponibilidad y precios.
Pero, además de la comodidad y de los negocios, desde Save a Train aseguran que una de sus principales preocupaciones es ayudar a salvar el medio ambiente, en especial teniendo en cuenta que los ferrocarriles son el medio de transporte menos contaminante.
«Los viajes ecológicos están a la vanguardia de nuestras mentes al entrar en esta nueva década», afirman desde el website de Save a Train, según el cual «nos estamos quedando sin tiempo para tener un impacto duradero en el planeta y conservar sus valiosos recursos».
El medio ambiente, añadió el CEO de la start up, Udi Sharir, viene estando «en el foco de muchos líderes mundiales» en las últimas décadas. Una de las posibilidades que más puede aportar en ese esfuerzo, aseguró, estuvo delante de nuestros ojos todo el tiempo.
«Los viajes en tren dejan una huella de carbono muchísimo menor que la de los viajes en avión«, añadió el empresario israelí, quien recordó que en algunos países, como por ejemplo Suecia, comunidades enteras se unieron para boicotear trayectos de aerolíneas cuando ya existe una ruta de tren disponible.
Según la Agencia Europea para el Medio Ambiente, las emisiones de CO2 de los viajes en tren son 1/20 de las de los viajes aéreos.

Por ahora, el servicio de Save a Train está disponible solamente en Europa, pero Sharir adelantó que la empresa ya está en tratativas con ferrocarriles de Estados Unidos, Canadá, China y Japón.
«A medida que somos más conscientes de nuestros efectos sobre el medio ambiente y las iniciativas de viajes sostenibles, todavía tendemos a pensar en viajes ecológicos en un sentido demasiado amplio», advierten desde Save a Train.
Pero «el viaje responsable ya no es algo en lo que podamos elegir participar o no», es «algo que necesita estar intrincadamente entretejido en nuestra vida diaria, convirtiéndose en una segunda naturaleza» de nuestras decisiones, afirmaron desde la start up israelí.