Aunque se hizo mundialmente famoso encarnando a un mafioso italiano en «El Padrino», el actor estadounidense James Caan, quien falleció el 6 de julio último en Los Angeles, a los 82 años, fue un verdadero «cowboy judío» y, además, un fervoroso defensor de Israel
Por esas razones, además de su inmensa estatura artística y su particular personalidad, la prensa israelí y los medios judíos de Estados Unidos le dedicaron grandes espacios a la despedida al enorme actor.
Nacido el 26 de marzo de 1940 en el barrio del Bronx, en la ciudad de Nueva York, James Edmund creció en una familia de inmigrantes judíos llegados de Alemania y formada por su madre, Sophie Falkenstein, y su padre Arthur Caan, quien trabajaba de carnicero.
Después de comenzar a estudiar teatro en sus años universitarios, Caan comenzó a aparecer en obras de salas off-Broadway a fines de la década del ’60. Su primer papel importante en cine llegaría en el thriller «Lady in a Cage», de 1964.
#JamesCaan was also a lifelong Zionist and unapologetic supporter of Israel. He once said “I don't hang around with anti-Semites…if I did, I'd punch them in the face.” pic.twitter.com/awW71sl3Tm
— Arsen Ostrovsky ????️ (@Ostrov_A) July 7, 2022
Si bien su carrera de actor marchaba relativamente bien, con papeles en películas de acción, todo cambiaría en 1972, cuando fue elegido para uno de los principales roles de «El Padrino», el mafioso de pocas pulgas Sonny Corleone.
Con su lugar ya asegurado en la historia del cine, Caan protagonizó luego otros grandes éxitos, como «Funny Lady», de 1975 junto a Barbra Streisand, «Rollerball», del mismo año, «Misery» (1990) y un inesperado papel cómico en el hit «Elf», del 2003 junto a Will Ferrell.
Sonny Corleone lo marcó para siempre, y varias generaciones lo identificaron con ese rol.
«No ando con antisemitas, y no conozco a ninguno. Y si lo hiciera, le daría un puñetazo en la cara»
«Me llaman ‘wiseguy’ (un miembro de alto nivel de la mafia), me eligieron Italiano del Año dos veces en Nueva York, y soy judío, no italiano«, tuvo que salir a explicar más de una vez.
Para sus trabajos en filmes de western, no tenía que esforzarse demasiado, ya que en su juventud fue un profesional del lazo durante nueve años en el circuito de los rodeos, lo que le valió el apodo de «el único vaquero judío de Nueva York».
James Caan Z"L when asked,'Did anyone ask you not to visit Israel?',responded:'They would have gotten punched in the face. No,I don't hang around with anti-Semites...I don't know any.And if I did,I'd punch them in the face.'https://t.co/lk133WPNeF https://t.co/PbaxZ5JdvK pic.twitter.com/SkQfA0d64v
— Leonard Grunstein (@LenGrunstein) July 7, 2022
Cuando visitó Israel en el 2016, Caan pidió conocer asentamientos judíos en Cisjordania. Luego criticó los reclamos internacionales para que Israel vuelva a las líneas fronterizas anteriores a 1967 y renuncie a los territorios conquistados durante la Guerra de los Seis Días.
«Las demandas europeas y estadounidenses de regresar a las fronteras de 1967 no son sensatas y me opongo firmemente a esos reclamos», dijo el actor durante la visita del 2016.
Para que queden las cosas bien en claro, en una entrevista con el periódico The Media Line, compartió uno de sus principales conceptos de vida: «No ando con antisemitas, y no conozco a ninguno».
«Y si lo hiciera, le daría un puñetazo en la cara», resumió.
Caan regresó para interpretar un curioso papel en la película «Holy Lands», del 2019, el de un cardiólogo judío estadounidense jubilado que se muda a Israel para criar cerdos en Nazaret.