Rachelle Zylberberg, sobreviviente del Holocausto y conocida a nivel mundial como Regine, la empresaria y cantante que aseguraba, con buenos argumentos, haber inventado la discoteca, falleció el domingo último en Los Angeles a los 92 años de edad
Regine, quien revolucionaría la escena nocturna de París, había nacido el 25 de diciembre de 1929 en el seno de un hogar judío de origen polaco en Anderlecht, en la región de Bruselas, en Bélgica, y sus primeros años estuvieron marcados por la pobreza y los conflictos familiares.
En efecto, cuando era todavía una niña, su madre la abandonó y se marchó a vivir a la Argentina. Fue entonces que, junto a su padre, se mudó a la capital francesa, adonde la siguió acosando la tragedia.
Su padre, recuerda el perfil que publicó el portal Aish.com, resultó ser un bebedor y apostador compulsivo que terminó perdiendo su cafetería en una mesa de cartas, quedando, junto a Regine, en la miseria.
De regreso en su país natal, y cuando las tropas alemanas entraron a Bélgica, en 1940, la futura cantante y su padre salieron otra vez hacia Francia, pero esta vez al sur, adonde se escondieron durante dos años en un convento para escapar del exterminio puesto en marcha por los nazis.
Régine, who was credited with opening the world's first disco, has died at 92. She built a $500 million empire of 23 clubs in Europe, the Middle East and the Americas, including Régine’s in Manhattan, the most famous nightspot of its era. https://t.co/FMFz5XwWRn pic.twitter.com/w9aTgR0WGX
— The New York Times (@nytimes) May 1, 2022
Regine recordaba en entrevistas que concedió de adulta que la estadía en el convento fue brutal, incluyendo golpizas por parte de las mismas personas que la alojaron y, en definitiva, le salvaron la vida.
«Guardé mucho dolor, pero siempre seguí riendo y bailando, nunca perdí mi buen humor», aseguró en una conversación con la prensa, muchos años más tarde.
A pesar del éxito y los millones, Regine vivía «atormentada por la pérdida y el terror» acumulados durante la guerra
Esa fortaleza rendiría frutos en 1953, cuando relanzó el local nocturno Whisky-a-Gogo en París con una drástica novedad: reemplazó la «jukebox» (la máquina de discos presente en todos los salones de baile hasta ese momento) por disc jockeys que manejaban los vinilos y el humor del público.
«El nuevo formato, decía a menudo Regine, justificaba su reivindicación de ‘la invención de la discoteca‘», comentó la cadena France24 al anunciar su fallecimiento.
Ese nuevo tipo de salón de baile, conocido desde entonces como discotheque o discoteca, pegó muy fuerte en el «jet set» parisino y la joven sobreviviente de la Shoá, la que pasó dos años en un convento escapando de los nazis, se convirtió en la «reina de la noche».
Luego de la discoteca en París, la cantante abrió un Regine’s en Nueva York en la década del ’70, y otros en Miami, Rio de Janeiro y Los Ángeles, un verdadero imperio de la vida nocturna de alto vuelo.
Zylberberg, decía un artículo del 2005 de la BBC, le puso su nombre a «un imperio multimillonario de clubes nocturnos que a principios de la década del ’80 se extendía desde Montecarlo hasta Kuala Lumpur».
En esas pistas de baile, le «enseñó a un ex rey de Inglaterra a hacer el twist y a uno futuro la samba -continuó la cadena británica-. Y tuvo un gran éxito con la versión francesa de ‘I Will Survive’, de Gloria Gaynor».
Un título, apuntó la BBC, «muy adecuado» para resumir la vida de Regine.
«Me haría muy feliz si la gente todavía escuchara mis canciones dentro de cincuenta años»
Después de cuatro años al frente del Whisky-a-Gogo, la cantante dio otro gran paso en su carrera empresarial, con un «toque judío»: pidió dinero prestado a los Rothschild y en 1957 abrió el primer Chez Regine en el Barrio Latino de la capital de Francia.
En 1977, un perfil de una revista neoyorquina, citado por Aish.com, describió a Regine como una persona «todavía atormentada por la pérdida y el terror» acumulados durante la guerra.
Régine est partie. Nos chemins se sont croisés mille fois. La Nuit est orpheline, elle a perdu sa Reine. J'adresse toutes mes condoléances à sa famille et à ses proches. Line #Regine pic.twitter.com/UjXixA0lkb
— Line Renaud (@linerenaud) May 1, 2022
Todas sus fiestas, afirmaba el comentario, «son los cumpleaños que nunca tuvo cuando era niña». Y los clientes de sus clubes «notaron que Regine cuidaba a sus invitados como una madre cariñosa, asegurándose de que todos estuvieran felices y disfrutando».
«Era como si Regine pasara su larga vida tratando de crear la sensación de seguridad y felicidad que tanto la eludía cuando era niña», completaba aquella reseña de la historia de la famosa empresaria de la noche.
En paralelo con sus negocios, Zylberberg desarrolló una interesante carrera como actriz y cantante, trabajando con grandes directores como Claude Lelouch y Claude Zidi y grabando -por ejemplo- un recordado álbum con canciones de su amigo Serge Gainsbourg.
«Me haría muy feliz si la gente todavía escuchara mis canciones dentro de cincuenta años», le dijo Regine a la agencia France Presse en una entrevista del 2020, como si no le bastara haber quedado para siempre en la historia como la «reina de la noche» de los glamorosos años ’70 y ’80.