Así lo reportó en el 2017 la revista estadounidense The Atlantic, citando a un ex vocero de la Knesset, el parlamento unicameral israelí
«Hace seis años -decía la publicación norteamericana en mayo del 2017-, (Trump) preguntó si podría realizar el concurso de Miss Universo en Masada, según Eran Sidis, portavoz del relator de la Knesset».
Al parecer, Sidis reveló esa historia en su cuenta de Twitter, que actualmente está desactivada.
Sin brindar mayores detalles, The Atlantic apuntó: «no está claro cuándo y cómo se enteró Trump por primera vez de la fortaleza en la cima de la colina, pero Masada, sinónimo de enfrentamientos épicos a la vez sangrientos y gloriosos, tiene un claro atractivo para la imaginación«.
En la cima de Masada se conservan las ruinas del fuerte adonde se atrincheraron cientos de rebeldes que, hace unos 2.000 años, se enfrentaron con las tropas del imperio romano.
Después de un largo asedio, decidieron suicidarse en masa antes que terminar como esclavos de los romanos. Ese histórico gesto convirtió a Masada en uno de los mayores símbolos del nacionalismo judío hasta la actualidad.
El informe de The Atlantic tuvo una fuerte repercusión en la prensa israelí porque se publicó pocos días antes de la primera visita de Trump al país como presidente de Estados Unidos, cargo que asumió en enero del 2017.
En medio del invierno de Israel, Masada quizás «no era el mejor lugar» para desfilar en trajes de baño
Por ejemplo, el diario Times of Israel dijo en aquel momento que «Sidis tuiteó que Trump, quien fue el propietario del certamen hasta el 2015, vio la ubicación (de Masada) como una oportunidad de buenas relaciones públicas«.
«Aunque no está claro si se refería a buenas relaciones públicas para Israel o para el certamen», añadió el periódico.
Trump vendió la organización Miss Universo, que incluye Miss USA y Miss Teen USA, en setiembre del 2015 a la agencia de entretenimiento WME/IMG, que todavía controla el concurso y está a cargo de la edición de este año, que se celebra este domingo en Eilat, en el sur de Israel.
La salida de Trump de la organización de certámenes de belleza estuvo envuelta en numerosas denuncias, incluyendo comentarios subidos de tono a las participantes y conducta indecorosa en los escenarios y vestuarios.
En cuanto a la posibilidad de llevar a cabo el concurso en Masada, evidentemente la idea no prosperó. Entre otros problemas, el clima «podría haberse interpuesto» con el éxito del evento, señaló el Times of Israel.
«El certamen se lleva a cabo generalmente en diciembre, cerca del pico del invierno lluvioso, ventoso y frío de Israel», y Masada «quizás no era el mejor lugar para un concurso de trajes de baño», bromeó el diario.
Sin embargo, diez años después de la presunta iniciativa fallida de Trump, las reinas de belleza de medio mundo efectivamente estuvieron en Masada: antes de viajar a Eilat, las participantes recorrieron los principales puntos turísticos del país, incluyendo ese famoso sitio histórico.