La joven cantante israelí Eden Golan afrontó las protestas de algunos grupos y aficionados pro-palestinos en Malmö y pasó cómodamente a la final de Eurovision con su Hurricane.
«Una gigante ante los abucheos: Eden llegó a la final de Eurovisión con una actuación perfecta», resumió el portal israelí Walla. De esta manera, Golan se ganó este jueves el derecho a estar el sábado en el escenario del Malmö Arena para la gran final.
También se clasificaron Austria, Letonia, Noruega, Grecia, Estonia, Suiza, Georgia, Armenia y los Países Bajos, que se sumarán a los ganadores de la primera semifinal: Serbia, Portugal, Eslovenia, Ucrania, Lituania, Finlandia, Chipre, Croacia, Irlanda y Luxemburgo.
A esas naciones se agregan los Cinco Grandes preclasificados por su historia en Eurovision (Alemania, Francia, Italia, España y el Reino Unido) y el país anfitrión, Suecia.
Eden Golan llegó a Suecia en un clima hostil creado por las protestas pro-palestinas, una situación que incluso llevó a los encargados de su seguridad a pedirle a la cantante que se mantenga en su habitación por temor a agresiones.
En medio de la guerra en la Franja de Gaza, que estalló después del ataque terrorista de Hamas del 7/10 que dejó 1200 muertos en el sur de Israel y decenas de secuestrados, Malmö está alojando el certamen con medidas de seguridad nunca vistas en Eurovision.
De todas maneras, Golan subió al escenario de la semifinal e interpretó una sólida versión de Hurricane.
El tema contiene varias estrofas estremecedoras, como, por ejemplo, «sigo empapada por la lluvia de octubre / No queda aire para respirar».
Con Hurricane, Israel espera alcanzar su quinta corona en la historia del popular certamen musical europeo. Ya lo logró en París 1978 con A-Ba-Ni-Bi, interpretada por Izhar Cohen y Alphabeta, y en Jerusalén 1979 con Hallelujah (Milk and Honey).
Luego, Dana International ganó en Birmingham 1998 con Diva y, en Lisboa 2018, triunfó el hit Toy, a cargo de Netta Barzilai.