La película The Brutalist, dirigida por Brady Corbet y protagonizada por el talentoso Adrien Brody como un arquitecto visionario que llega a Estados Unidos después de sobrevivir al Holocausto, está confirmando las previsiones y se perfila como gran candidato a los premios Oscar.
Por lo pronto, y después de un muy exitoso recorrido por el circuito de los festivales internacionales, el filme tuvo un estreno limitado en treinta salas estadounidenses en el anteúltimo fin de semana de diciembre del 2024 con el cartel de sold out (entradas agotadas) en todas ellas.
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«A pesar de sus más de tres horas y media de duración (la película también tiene un intermedio de 15 minutos), The Brutalist vio a sus fieles acudir en masa» en Nueva York y Los Angeles, agotando las entradas para más de treinta proyecciones, destacó el sitio Collider.
Distribuida en Estados Unidos por el grupo independiente A24, recordó el portal, el filme «también obtuvo uno de los mejores promedios por sala del año, está preparada para una carrera notable» cuando se lance de manera masiva y «es capaz de generar la atención» de la Academia.
Producida con un presupuesto de apenas diez 10 millones de dólares, The Brutalist se estrenó en el Festival de Cine de Venecia de este año, donde Corbet se llevó el León de Plata al Mejor Director.
A partir de esa cita italiana, la película se cansó de recibir críticas «excepcionalmente positivas -dijo Collider-, y muchos la nombran entre las diez mejores» del 2024.
Un arquitecto judío, muchos arquitectos judíos
Pero, ¿de qué se trata la película? Es la historia de un personaje ficcional, el arquitecto húngaro László Tóth, que logra escapar del Holocausto montado por los nazis y emigra a Estados Unidos, donde desarrolla una carrera extraordinaria y a veces controvertida.

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El título del filme se refiere a la escuela brutalista que surgió en Occidente en la década del ’50 del siglo pasado, después de la Segunda Guerra Mundial. Esos arquitectos de la reconstrucción desarrollaron un estilo minimalista, con edificios gigantes de hormigón sin adornos.
Comentando el estreno de la película, la estadounidense Jewish Telegraphic Agency (JTA) apuntó que el personaje encarnada por Brody puede ser ficcional, pero está basado en arquitectos judíos de carne y hueso que terminaron en Estados Unidos tras el Holocausto.
«El famoso arquitecto Louis Kahn hizo pocos esfuerzos por llevar una vida judía, sin embargo, a lo largo del siglo XX diseñó sinagogas y famosos monumentos conmemorativos del Holocausto» en todo Estados Unidos, recordó la nota, firmada por Andrew Lapin.
Por su parte, «el diseñador judío húngaro Marcel Breuer, educado en la escuela Bauhaus, se vio obligado a renunciar a su judaísmo mientras vivía en Alemania».
Más tarde, sigue la reseña, «cautivó a los estadounidenses con sus sorprendentes diseños brutalistas, hasta que las mareas cambiaron y sus edificios se convirtieron en algunos de los más vilipendiados del país».
Las fuentes de László Tóth
Ni Kahn ni Breuer son mencionados en The Brutalist, dice Lapin, pero la película «cuenta sus historias, así como la de otros destacados arquitectos y diseñadores judíos del siglo XX, muchos de cuyos detalles biográficos formaron el viaje del héroe ficticio», László Tóth.

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En octubre de este año, después de la presentación del filme en el festival de Venecia, la revista Variety dijo que la película «es sin duda un logro y una maravilla de narración épica, aún más impresionante porque se produjo con un presupuesto reducido de sólo 10 millones de dólares».
«Los primeros rumores y críticas -agregó- apuntan a The Brutalist como un potencial gigante» en los próximos Oscar, en especial si A24 termina de seducir a los votantes de la Academia del Cine de Estados Unidos.
Además de sus ambiciones de Mejor Película, entre los posibles favoritos para la cita de marzo del 2025 aparece el actor Guy Pearce, que interpreta a un aristócrata empresario estadounidense millonario que se convierte en el principal cliente del arquitecto húngaro.
¿Un segundo Oscar para Brody?
Y, por supuesto, entre los pretendientes surgidos de la película se destaca Brody, el elemento central de la campaña publicitaria lanzada para el estreno de la película.
La actuación de Brody, neoyorquino de 51 años, de padre judío de origen polaco y madre crecida católica en Budapest pero de madre judía, «redefinió la carrera» del actor y le puede servir para ganar su segundo Oscar, afirmó Variety.
En efecto, la carrera del protagonista de King Kong (2005) y See How They Run (2022) se había desacelerado después de quedarse con su primer Oscar al Mejor Actor cuando tenía apenas 29 años, convirtiéndose en el ganador más joven en esa categoría.
Curiosamente, el premio, y una catarata de elogios, le llegaron por interpretar a otro judío sobreviviente del Holocausto (en ese caso, en la vida real), Wladyslaw Szpilman, centro del brillante filme El Pianista (2002), del no menos brillante Roman Polanski.