La cantante israelí Eden Golan recibió un masivo apoyo del público a través del televoto, pero no pudo contra una mayoría de bochornosos jurados nacionales que ignoraron el tema que representó a Israel en el Eurovision de Malmö, en Suecia.
Después del recuento final, que tomó en cuenta tanto los votos de los jurados por países como los del público emitidos a través de la aplicación y la web de la organización del festival europeo, Eden quedó en el quinto puesto mientras que Nemo, de Suiza, resultó el ganador.
Esta fue la primera victoria de un artista suizo en Eurovision desde 1988, cuando Celine Dion se coronó reina del certamen con Ne partez pas sans moi.
Hoy, en Suecia, Nemo sumó un total de 591 puntos gracias a su canción The Code, dejando en el segundo lugar al favorito de los apostadores, el croata Baby Lasagna.
Increíblemente, y en medio de un concurso de mayoría de temas mediocres -o directamente horribles, como la presentación de Irlanda a través de la «diabólica» Bambie Thug- la mayoría de los jurados por países prefirieron ignorar a la bella power ballad de Israel, Hurricane.
Así fue que desde ninguna de las capitales de los países participantes llegaron los míticos doce puntos para Eden Golan. En cambio, la enviada israelí se alzó con ocho puntos de Noruega, Alemania y Chipre.
Estonia le entregó cinco puntos, al igual que el jurado de Bélgica y cuatro llegaron desde Lituania. También se recolectaron tres puntos desde Moldavia, Malta, Georgia y Francia y la lista se cerró con dos de Letonia.
Para Luxemburgo, con amor
El resto de los jurados de las naciones que tomaron parte del Eurovision 2024 dejaron a Eden con las manos vacías. El jurado israelí, por su parte, entregó los doce puntos a Luxemburgo, cuya representante, Tali, nació en Jerusalén.
La actitud de los jurados que desdeñaron a la representante israelí pareció estar en sintonía con el clima hostil que debió enfrentar Eden Golan en Malmö, donde se registraron manifestaciones pro-palestinas y hasta gestos poco decorosos de parte de algunos de sus rivales.
Eden, de apenas 20 años de edad, se comportó con asombrosa madurez y entregó una impecable versión de Hurricane, incluso en medio de abucheos de algunos asistentes del público en el estadio, hasta donde se colaron las protestas por la guerra en la Franja de Gaza.
Una vez completada la ronda de presentación de los votos por jurados nacionales, Golan estaba quedando en un triste decimosegundo puesto, poco relacionado con la fuerza de su canción y su talento.
Sin embargo, todo cambió con la difusión del voto popular. En efecto, el televoto le concedió 323 puntos a Israel, poniendo al país por unos minutos al tope de la compulsa. Esa alegría fue breve, ya que Ucrania recibió luego 307 y desplazó a Eden Golan.
Del puesto doce al quinto
De todas maneras, los favoritos ya estaban claros: Suiza, Croacia y Francia, que se quedaron con el primero, el segundo y el cuarto puesto, respectivamente. Ucrania finalizó en el tercer lugar e Israel cerró la velada con un digno quinto puesto.
Con la victoria de Nemo, los organizadores de Eurovision tuvieron un ganador a la altura de los tiempos: el suizo se presenta como no binario y su éxito se consideró «un triunfo» para la comunidad LGBTQ.
No está de más recordar que, en Birmingham 1998 se consagró la primera reina transgénero de Eurovision, la gran cantante israelí Dana International, que en aquella ocasión arrasó con el tema Diva.
En la edición anterior, en Liverpool 2023, la representante de Israel, la estrella internacional Noa Kirel, terminó en un espectacular tercer puesto con su Unicorn.