Leto personifica al israelí Adam Neumann, el fundador de WeWork, una compañía dedicada a la creación y arrendamiento de espacios comunes de trabajo para startups y otras firmas emergentes
La serie, de tres episodios, se llama «WeCrashed» y se estrenará el 18 de marzo a través de la plataforma de streaming Apple TV, con la participación de Hathaway como Rebekah Neumann, la esposa del empresario.
Se trata de una historia realmente jugosa, ya que Neumann llevó a WeWork hasta el cielo de los negocios para luego caer pesadamente a causa de sus criticadas prácticas empresariales y, especialmente, por su excéntrica personalidad.
En el avance de la serie se puede escuchar (y ver) a Leto hablando en inglés con acento hebreo, una característica que llamó la atención de la prensa israelí.
«Los fanáticos y los críticos del acento italiano de Jared Leto en ‘House of Gucci’ tienen ahora nuevo material» para comentar el trabajo del actor, en este caso hablando inglés marcado por el hebreo, señaló, por ejemplo, el Jerusalem Post.
Un reporte del Wall Street Journal reveló las malas prácticas comerciales de Neumann
El trailer muestra a Neumann, en la piel de Leto, llevando adelante su sueño -en ese momento, realmente una novedad cautivante- de convertir grandes edificios en acogedores espacios compartidos para jóvenes empleados de los sectores de la informática, la cultura y los negocios.
«Así es como se ve el mañana, que haya luces y amplios espacios abiertos», dice Leto, quien obtuvo un Oscar al mejor actor de reparto por su labor en «Dallas Buyers Club», del 2013.
Pero también aparece viajando extasiado en jets privados, de fiesta con botellas de champagne y asegurando ser «un poco parecido» a Dios, todos fragmentos inspirados en la vida real de Neumann, nacido hace 42 años en Tel Aviv.
De hecho, WeWork se encaminaba en el 2019 a cotizar en la Bolsa de Nueva York por un valor de cerca de 50.000 millones de dólares, cuando una investigación del Wall Street Journal reveló las malas prácticas de negocios de Neumann y detalles de su errática conducta.
El israelí renunció a su cargo de CEO de WeWork en octubre de ese año, no sin antes recibir un cheque de 1.700 millones de dólares de parte de la inversora SoftBank, que ahora controla el 80 por ciento de la empresa.