«Menashe» se estrenó en enero del 2017 en la célebre muestra de cine independiente Sundance Film Festival, que se realiza anualmente en el estado norteamericano de Utah
Allí fue adquirido por la productora A24 para su distribución en Estados Unidos y luego saltó a la plataforma de «streaming» Netflix, en cuyo canal latinoamericano todavía se puede ver.
La película tiene un punto en común con «Poco Ortodoxa», la miniserie protagonizada por la actriz israelí Shira Haas: se basa en una historia real.
Pero, a diferencia de la premiada miniserie, y de «Shtisel», el filme dirigido por Joshua Z. Weinstein está protagonizado por verdaderos ultra-ortodoxos.
En efecto, el guion de la película -hablada en idish- está construido alrededor de eventos reales ocurridos a su protagonista, Menashe Lustig. La historia gira en torno a sus problemas como padre viudo, la dificultad para conectar con su hijo de diez años, Rieven (encarnado por Ruben Niborski) y las presiones de la familia de su fallecida esposa.
A diferencia de las populares series de Netflix, «Menashe» está protagonizada por verdaderos ultra-ortodoxos
Antes de «Menashe» hubo otras grandes películas que bucearon en la vida de los judíos ultra-religiosos, como la israelí «Ushpizin», del 2004, que tuvo una edición estadounidense en DVD, o la recordada «A Stranger Among Us», protagonizada por la actriz estadounidense Melanie Griffith.
Pero el filme de Weinstein rompió el molde y, en cierta manera, permitió una mayor profundización en los ambientes ultra-ortodoxos y fomentó el interés global del público, en particular por el innegable sabor genuino que le brindó Lustig y otros judíos del barrio de Borough Park, en Brooklyn, en la ciudad de Nueva York.
Weinstein, quien es judío, pero no es jasídico ni habla idish, venía del terreno de los documentales antes de escribir «Menashe». Cuando comenzó con la pre-producción hizo un casting en el barrio, pero pocos actores y actrices se presentaron, así que decidió recurrir a la «gente común» de la barriada ultra-ortodoxa.
«No pudimos conseguir actores con experiencia, no existen» en esa comunidad en Brooklyn, contó el director en una entrevista. Por eso, encontrar a Lustig y al resto del elenco entre los vecinos fue una bendición artística.
La mejor parte, confesó Weinstein, fue que todos los que protagonizaron el filme «tenían experiencias de vida que podían aportar, simplemente conocían este mundo mejor de lo que yo podía conocerlo».
El protagonista del filme solamente había producido unos clips cómicos para YouTube
«Cuando pensé en hacer una película en Borough Park, en idish, con judíos jasídicos reales, para mí fue tan interesante como cualquier documental que haya hecho», resumió el director, quien pasó dos años filmando en la zona.
Lustig, por su lado, recordó que tuvo que asumir riesgos para participar de esta producción. Por ejemplo, evitó pedirle autorización a su rabino, porque sospechaba que la respuesta sería negativa.
Además, el actor le advirtió a Weinstein: «tengo mis límites». Lustig, quien hasta ese momento solamente había producido unos clips cómicos para YouTube, dijo saber que «todas las películas del mundo secular tienen sexo, amor, todas esas cosas, pero nosotros, no nos tocamos, ni siquiera miramos a las mujeres».
A pesar de las reservas y las dudas, Lustig, Weinstein y el equipo de actores, actrices y técnicos terminó redondeando una excelente película, que puede compartir tranquilamente el podio de las mejores sobre la vida ultra-ortodoxa junto a «Shtisel» y «Poco Ortodoxa».