Finalmente, después de un largo retraso, se estrenó en Estados Unidos la película White Bird, en la que Helen Mirren interpreta a una mujer que logró escapar de la persecución nazi y que, según la creadora de la historia original, ofrece muchas lecciones sobre el Holocausto.
White Bird es un spinoff (un derivado) de la película Wonder (2017), que con un elenco encabezado por Julia Roberts resultó un gran éxito contando la historia de un niño que enfrenta discriminación por sus rasgos físicos.
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El filme con Helen Mirren, dirigido por Marc Forster, gira por su parte alrededor del bully de la escuela de Wonder, interpretado por Bryce Gheisar. Viendo que el niño necesita ajustar su brújula moral, su abuela decide relatarle cómo se salvó del Holocausto.
Al igual que Wonder, que recaudó un inesperado total de 315 millones de dólares en las taquillas (contra apenas 20 millones de presupuesto de realización), White Bird apunta a la audiencia adolescente.
«Un soplo de aire fresco»
De hecho, destacó el portal estadounidense de espectáculos Deadline, el filme es «un soplo de aire fresco frente a lo que habitualmente se ofrece al público adolescente en estos días».
«Es una película cercana en espíritu a El diario de Ana Frank y con un fuerte mensaje sobre la necesidad de amabilidad en un mundo cada vez más oscuro», añadió Deadline, que, al igual que la mayor parte de la prensa especializada, le brindó una excelente crítica al filme de Forster.

Otro punto en común con Wonder es que también White Bird está basada en una novela gráfica de Raquel Jaramillo Palacio, más conocida como R. J. Palacio, una autora estadounidense de libros infantiles y juveniles.
El marido de Palacio es judío y su suegra perdió a gran parte de su familia en el Holocausto, recordó la agencia estadounidense JTA.
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La autora contó que fue el tío de su marido, Bernard, director de una escuela de la ciudad de Nueva York durante muchos años, quien le contó sobre la escasez de libros infantiles sobre el tema del Holocausto, especialmente antes del octavo o noveno grado.
Aunque Palacio no es judía, apuntó la JTA, la escritora «sintió el deber de llenar lo que consideraba un vacío» en el material de lectura disponible en las escuelas primarias sobre el genocidio perpetrado por los nazis.
Una nueva ola de esfuerzos en un momento difícil
Hablando con la agencia judía norteamericana, Palacio aseveró que «recordar a la gente sobre el Holocausto y aprender de las lecciones del pasado no debería ser algo que se deje solo en manos de los judíos».
«Tener un marido judío también me ayudó a poner todo eso en marcha, y también tener dos hijos que comparten esta herencia», agregó la autora.
El artículo de la JTA afirma que White Bird se suma a «una nueva ola de esfuerzos para hacer que el aprendizaje sobre el Holocausto sea más accesible para niños relativamente pequeños».
«Los defensores de este enfoque», continuó el artículo, argumentan que «a los niños se les machacó durante demasiado tiempo con atrocidades impactantes».
En cambio, los niños más pequeños «son más receptivos a las historias sobre justicia y esperanza», como la película con Mirren sobre el Holocausto.
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Lamentablemente, y a pesar de todas estas buenas intenciones, la performance del nuevo filme en la taquilla quedó muy lejos de Wonder. Según datos de Box Office Mojo, recolectó apenas 6,25 millones de dólares desde su estreno, el 4 de octubre, hasta el 13 del mismo mes.
«Con el creciente antisemitismo de derecha y el resurgimiento de grupos nazis en Estados Unidos y muchos rincones del mundo -señaló Deadline-, ahora más que nunca una historia como White Bird debe ser vista, especialmente por el público más joven al que está dirigida».