La cantante israelí Noa Kirel, con su poderosa canción «Unicorn», quedó entre los diez primeros finalistas que surgieron en la noche del martes en Liverpool para la gran final del Eurovision 2023.
Junto a Noa, y los otros finalistas que saldrán de la segunda sesión clasificatoria (que se llevará a cabo el jueves, siempre en la ciudad inglesa), estarán actuando en la final del sábado los representantes de Croacia, Moldavia, Suiza, Finlandia, República Checa, Portugal, Suecia, Serbia y Noruega.
La joven estrella israelí se presentó tal como se esperaba: con una producción impecable, un sonido arrollador y una coreografía que cautivo al público que se acercó al Liverpool Arena para esta primera semifinal.
Hablando con la emisora estatal Kan después de su paso por el escenario, Noa aseguró que «la electricidad en la multitud» en el estadio «nos brindó la energía suficiente para hacer el máximo para representar al país con orgullo».
«Lo dimos todo y la sensación fue increíble -le contó la cantante a los israelíes que la siguieron por televisión-. Gracias a todos, siento que están conmigo».
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Aunque Noa Kirel se exhibió en Eurovision como una artista de primerísimo nivel internacional, con su intensa canción de empoderamiento, en inglés y con algunas palabras sueltas en hebreo, la israelí deberá enfrentar fuerte competencia el sábado, entre ellos algunos colegas que también sacaron su boleto en la noche del martes.
Suecia y Finlandia, entre los principales rivales
Por ejemplo, los comentaristas apuestan en especial por Loreen, la representante de Suecia, quien ya ganó un Eurovision, el del 2012 en Baku, en Azerbaiyán, con su canción «Euphoria», que terminó siendo un hit en todo el continente.
Loreen se clasificó para la final de este año con «Tattoo», y quiere repetir la victoria para su país.
También viene cosechando muchas simpatías el finlandés Käärijä, que obtuvo su ticket para la final con la estrambótica canción «Cha Cha Cha». Se trata, dijeron comentaristas, de «una mezcla embriagadora de metal industrial e hyperpop«.
Esa definición puede sonar letal en otros ámbitos, pero en Eurovision muchas veces es una fórmula ganadora.
Los israelíes lo saben muy bien porque en la cita del 2018 en Lisboa, en Portugal, fue la talentosa Netta Barzilai quien se coronó reina del certamen con una producción disruptiva y, para muchos, un poco bizarra.
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En el blog en vivo con el que se siguió la primera semifinal a través del website de Eurovision, los comentaristas del certamen destacaron el «muy alto nivel» de los pasos de baile de Noa, quien, en efecto, hizo rugir al público cuando lanzó su ya célebre pregunta: «Do you wanna see me dance?».
Un mensaje de aceptación y empoderamiento
La canción de Kirel, escrita junto a Doron Medalie, Yinon Yahel y May Sfadia, elogia «el poder del unicornio». Según Noa, es un mensaje de aceptación y autoempoderamiento.
Contrastando con la alegría de los clasificados para el sábado, los representantes de Malta, Letonia, Irlanda, Azerbaiyán y los Países Bajos debieron despedirse de Liverpool, al menos como participantes del concurso.
En carrera quedó el «Unicornio» de Kirel, quien hasta hace pocos meses todavía estaba cumpliendo con su servicio militar en las Fuerzas de Defensa de Israel. De coronarse, se convertirá en el quinto éxito del país.
Hasta ahora, Israel se consagró con Netta en Lisboa 2018, la inolvidable «A-Ba-Ni-Bi», interpretada por Izhar Cohen y Alphabeta en París en 1978, «Hallelujah», el himno de Milk and Honey de 1979 en Jerusalén, y la sensación de «Diva», el tema con el que Dana International ganó en Birmingham 1998.