Ya está todo listo para una nueva final de Eurovision y la apuesta de Israel es una de las más destacadas.
Pero ¿por qué Israel participa del certamen europeo si se encuentra en Asia?
A diferencia del ingreso a la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol, más conocida por su sigla en inglés, UEFA, que se registró después de haber sido prácticamente expulsada de la confederación asiática, Israel compite en Eurovision por derecho propio.
La selección israelí de fútbol, y también la de básquet, entre otras, juegan en las ligas internacionales europeas y también las eliminatorias mundialistas en los grupos del Viejo Continente por cuestiones políticas.
Para explicarlo en breve: los equipos de Israel no son bienvenidos desde hace décadas en muchos de los países árabes de la región del Medio Oriente, ni en África o Asia, por lo cual no pueden disputar partidos en condición de visitante.
De hecho, con gran parte de los países islámicos o musulmanes de la región Israel no mantiene lazos diplomáticos (algunas de esas naciones ni siquiera reconocen al estado judío).
En el 2022, Qatar emitió un «permiso especial» para dejar entrar a los fanáticos israelíes al mundial de fútbol.
El combinado nacional de balompié, por ejemplo, fue excluido en 1974 de las competiciones de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC, por su sigla en inglés), que aprobó por 17 a 13, con seis abstenciones, una propuesta de Kuwait en ese sentido, apoyada por otros países musulmanes.
Israel tiene un «derecho geográfico» a Eurovision
Por ahora, ni siquiera los tratados de paz con Egipto (en 1979) y Jordania (1994) o los Acuerdos de Abraham firmados en el 2020 y que llevaron al establecimiento de relaciones diplomáticas con Bahrein, Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos pudieron cambiar esta situación.
De esta manera, los equipos israelíes de fútbol se codean habitualmente con las potencias europeas, y algunos hasta llegan a los tramos finales de la mítica Champions League. También disputan, hasta ahora con poca suerte (Israel se clasificó para una sola Copa del Mundo) las eliminatorias para la máxima cita.
En cambio, cuando se trata de Eurovision, Israel disfruta de un derecho «geográfico».
Fundada en 1950, la Unión Europea de Radiodifusión (más conocida como EBU, por su sigla en inglés) estableció que su zona de influencia «está limitada al oeste por el límite occidental de la Región 1, al este por el meridiano 40° Este respecto al de Greenwich y al sur por el paralelo 30° Norte».
Eso «incluye la parte norte de Arabia Saudita y la parte de los países que bordean con el Mediterráneo dentro de estos límites»: adentro también Jerusalén, la capital de Israel, y ya en ese momento sede de la Autoridad de Radiodifusión nacional, la predecesora de la actual televisora pública Kan.
El área fue definida por la Unión Internacional de Telecomunicaciones en base a coordenadas geográficas, pero luego la EBU abrió también sus puertas a Armenia, Azerbaiyán, Georgia y «las partes de los territorios de Irak, Jordania, Siria, Turquía y Ucrania situadas fuera de los límites» originales.
Junto a la israelí Kan, en la EBU están la BBC británica, la Rai italiana y la RTVE de España, entre otras
Todas las televisoras públicas de los países dentro del área tienen derecho a ser parte de la EBU y de participar en sus eventos, entre ellos Eurovision. En estos momentos, Rusia está suspendida a causa de la invasión de Ucrania, y también Bielorrusia tiene temporalmente cancelado ese derecho.
Además de Kan, otras conocidas emisoras forman parte de la EBU, desde la Deutsche Welle alemana a la BBC británica, pasando por Yle, de Finlandia, ORF, de Austria, la Rai italiana y la RTVE de España.
Hasta ahora, Israel participó en cuarenta y cinco oportunidades desde su debut en 1973.
Teniendo en cuenta que Israel arrancó tarde (se llevaron a cabo sesenta y seis ediciones entre 1956 y el 2022, lo que convierte a Eurovisión en el concurso musical internacional televisado anual de mayor duración según el Guinness World Records), su performance es notable.
Los representantes israelíes ganaron en cuatro oportunidades, apenas por debajo de «pesos pesados» como Francia y Gran Bretaña con cinco, pero todavía lejos de los países en la cúspide: Irlanda (7 victorias) y Suecia (6).
¿Se sumará Eden Golan a la lista de ganadores israelíes de Eurovision?
Las cuatro canciones se convirtieron en leyendas de la música, comenzando por A-Ba-Ni-Bi, el tema interpretado por Izhar Cohen y Alphabeta en París en 1978, y Hallelujah, el himno de Milk and Honey de 1979 en Jerusalén, ambos de cuando los representantes israelíes todavía cantaban en hebreo.
(En 1983, la enorme Ofra Haza quedó segunda en concurso celebrado en Munich, Alemania, con su canción Jai. Ofra no ganó, pero el tema pasó a formar parte de la historia grande de la música judía e israelí).
Luego llegaría la sensación de Diva, el tema de la gran Dana International, que en Birmingham 1998 se convirtió en la primera concursante (¡y ganadora!) transgénero de la historia de Eurovision.
Finalmente, la lista se cierra, por ahora, con otro gran impacto, el de la talentosa Netta Barzilai, que conmovió a jueces y público de todo el mundo con su explosiva Toy, un tema de empoderamiento femenino bien adaptado a los tiempos que corren.
En Liverpool 2023, la estrella internacional Noa Kirel obtuvo un meritorio tercer puesto para Israel. Y ahora es el turno de Eden Golan con su Hurricane.