Finalmente, casi un año y medio después de anunciarse que entraba en producción, Netflix presentó el trailer de su nueva serie Nobody Wants This, protagonizada por Kristen Bell y Adam Brody en el papel de un joven rabino encantador y «hot».
La premisa de la comedia, cuya primera temporada consta de diez episodios que se estrenarán el 26 de setiembre, gira alrededor del complicado romance que vive una bella mujer madura muy moderna: viste a la moda y es la conductora de un podcast.
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¿Por qué complicado? Porque el personaje encarnado por Bell, Joanne, es una mujer empoderada y, lo más importante, agnóstica. Y el destinario de su amor es nada menos que un rabino.
Brody interpreta a Noah, que si bien es poco convencional, vive en un ambiente muy judío, desde la sinagoga hasta su familia y amigos.
Kristen Bell, de 44 años, es conocida por su trabajo en la serie Veronica Mars y, especialmente, por sus pasos de comedia en películas como Bad Moms y The Boss (ambas del 2016). Su primer éxito en la pantalla grande fue un filme de terror, Pulse del 2006, y recibió muchos elogios por su trabajo como la voz de la princesa Anna en la saga de Frozen.
Adam Brody, por su parte, también tiene 44 años: nació en 1979 en el seno de una familia judía de San Diego, en California. El papel con el que saltó al estrellato es el de Seth Cohen en la serie The O.C., de la emisora Fox.
Una serie casi autobiográfica
Volviendo a Nobody Wants This, en su artículo sobre el trailer, el portal Deadline resumió: «Kristen Bell se enamora de un rabino ‘hot'» (atractivo). Pero más allá de lo que puede parecer un cliché, un interesante detalle es que la serie está basada en un hecho real.
Hablando con el portal Tudum, de Netflix, la creadora de la serie, Erin Foster, confesó que Nobody Wants This es semi-autobiográfica.
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El programa «está basado en la única buena decisión que tomé en mi vida: enamorarme de un buen chico judío«, dijo Foster. «Me di cuenta de que ser feliz es mucho más difícil que ser miserable, no hay nada de qué quejarse», agregó.
Para desarrollar la serie, añadió, «me basé en todas las formas en que encontrar a la persona adecuada (para enamorarse) puede ser tan difícil».
Efectivamente, la relación entre Joanne y Noah en la nueva serie de Netflix crece en medio de muchas complicaciones, incluyendo culturales y religiosas.
Pero esos obstáculos palidecen cuando entran en escena los amigos y las amigas del rabino y la productora de podcasts y, en particular, una potente madre judía.
Muy entusiasmada, una crítica del portal estadounidense Hey Alma aseguró que la serie «es una pieza extremadamente importante de la historia de la cultura pop judía». Y no pudo resistirse a la tendencia: «Adam Brody es ‘hot'», estableció la comentarista, Evelyn Frick.
La crítica opinó que, a través del trailer, el programa «se ve lindo y divertido, con algunos motivos judíos para seguir de cerca».
Alguien que eligió el judaísmo
Por su parte, las autoras de la nota de Tudum, Ariana Romero y Jean Bentley, apuntaron que un componente sustancial de la relación entre Joanne y el rabino, «al igual que la relación de Foster en la vida real, es el judaísmo de Noah».
«El programa no hace ninguna declaración política porque yo no soy la persona indicada para hacer esa declaración» porque «no crecí siendo judía, me convertí de adulta», contó Foster.
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De todas maneras, concluyó la actriz, escritora y productora, «quería contar una historia judía, pero desde la perspectiva de alguien que eligió el judaísmo».