El celebrado director estadounidense Steven Spielberg fue elegido para recibir el Premio Génesis, considerado el «Nobel judío», por «su contribución al cine, sus obras filantrópicas y sus esfuerzos por preservar la memoria del Holocausto y prevenir futuros genocidios»
«Spielberg es un gran visionario y narrador judío», dijo el reconocido activista de derechos humanos Natan Sharansky, quien recibió el Premio Génesis en el 2020.
Temáticas judías como «la importancia de la identidad y la pertenencia, el mantenimiento de la humanidad en un mundo despiadado, el cuidado del otro y la obligación moral de hacer lo correcto» a menudo «se entretejen en sus narrativas», añadió Sharansky.
El galardón, que incluye un premio de un millón de dólares que se dona a una organización filantrópica designada por el ganador, fue creado en el 2012 y tuvo entre sus elegidos al actor estadounidense Michael Douglas y al escultor indio-británico Anish Kapoor, entre otros.
En esta edición, los organizadores convocaron al público para que se expresaran en las redes sociales en favor de su candidato favorito. Según se informó, alrededor de 200.000 personas opinaron sobre quién debería resultar el ganador, con Spielberg en el primer lugar de las preferencias.
Además de la Fundación Génesis, el premio es organizado por el Keren Kayemet LeIsrael (KKL, la Agencia Nacional Judía), para destacar a distintas personalidades por su trabajo en favor de la humanidad y de los valores hebreos.
Este año, el premio «celebra el talento único» de Spielberg, «su compromiso de hacer del mundo un lugar mejor y su contribución incomparable para enseñar a las generaciones de la posguerra sobre los horrores del Holocausto», dijo Stan Polovets, cofundador y presidente de la fundación.
Spielberg es conocido por sus grandes éxitos comerciales, de «Tiburón» a «Saving Private Ryan», pasando por «E.T., el extraterrestre» y «Parque Jurásico», pero también por filmes de alto impacto humano como «La lista de Schindler» y «Munich».
Precisamente, por «La lista de Schindler» Spielberg no recibió ningún ingreso, y destinó todas las ganancias de la película a sostener diversas obras benéficas, tanto judías como no judías.
Entre ellas se destaca la Fundación Shoah, dedicada a preservar los testimonios de sobrevivientes del Holocausto (ya grabó los relatos de más de 55.000 personas que pudieron salir con vida del nazismo) y mantener también la memoria de otros genocidios del siglo XX, como los de Camboya, Armenia y Ruanda.