Los caminos a la fama global suelen ser muy complejos, en especial si el o la artista proviene de un pequeño país recién nacido o encarnó, con muchísimo éxito, un personaje marcado por los estereotipos
Esta es una historia que ocurrió mucho antes de que Gal Gadot y Natalie Portman llevaran el «Made in Israel» a la meca del cine, adonde ahora está intentando hacerse un nombre también Lior Raz. Es una historia de la primera estrella de Israel que desembarcó en Hollywood, Haim Topol.
El recordado intérprete de «El violinista en el tejado» llegó a ser nominado a un Oscar y trabajó en varias grandes producciones internacionales, incluyendo «For Your Eyes Only» («Solo para tus ojos», 1981), una recordada entrega cinematográfica de la saga de James Bond, en la que personificó a Milos Columbo, un aliado del agente secreto británico.
Sin embargo, ese suceso internacional pudo no haber llegado nunca, según reseñó un interesante artículo del blog de la Biblioteca Nacional de Israel (BNI) que se ocupó del peso del éxito local del actor, en especial con el personaje de Sallah Shabati, un inmigrante mizrahi recién llegado al país.
Shabati, el personaje que lanzó la carrera actoral de Topol, «también amenazó con encasillarlo como un mero impresionista», señala el artículo.
«Pero gracias al gran talento y determinación de Topol -destacó la autora de la reseña, Karen Haber, «lo que podría haber sido un obstáculo para una rica y variada carrera se convirtió en el papel de su vida».
Para los israelíes de cierta edad, «escuchar el nombre Haim Topol inevitablemente trae a la mente a Sallah Shabati de la película del mismo nombre», apunta Haber en referencia al filme de 1964 dirigido por el gran escritor Ephraim Kishon.
«Escuchar el nombre Haim Topol inevitablemente trae a la mente a Sallah Shabati»
«De hecho, Sallah, el papel que lanzó la carrera internacional de Topol, se convirtió en gran medida en sinónimo del conocido actor -continúa la nota-. Por lo tanto, fue sorprendente saber que fue ese mismo papel, que Topol interpretó tan brillantemente, el que casi se convirtió en un obstáculo en su camino hacia una carrera teatral».
Para revisar esos «antecedentes» de la primera estrella de Israel en Hollywood, la autora conversó con Galia, la esposa de Topol, y revisó los archivos de la época.
Precisamente, los diarios de aquellos años remarcan el éxito del personaje Sallah Shabati, que tuvo su origen en una breve obra de teatro que Kishon compuso en 1955 para la compañía de entretenimiento Nahal de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
La obra se llamaba «El nuevo trabajador social» y fue la primera aparición del personaje de Shabati, el judío mizrahi que había llegado a Israel desde un país árabe y tenía que comenzar de nuevo en un asentamiento para inmigrantes junto a su familia.
El personaje fue luego el elemento central de la película homónima. Y si bien resaltaba el hecho de que se había elegido a un actor ashkenazi para interpretar a un mizrahi, el filme pegó en el clavo.
«Cuando salió la película -escribe Haber-, la opinión pública israelí estaba firmemente detrás de la idea de un crisol social» de los inmigrantes llegados desde todos los rincones del mundo, «con la esperanza de que dentro de una o dos generaciones la cuestión de la identidad dejaría de ser importante».
«Para Topol, era hora de pasar a la siguiente etapa de su carrera, el teatro de repertorio»
Topol, prosigue, «recibió bastantes críticas por interpretar a un personaje que a veces parecía ridículo y risible, pero como actor profesional se tomó el papel muy en serio, acercándolo al espíritu de la época».
La película, en la que también actúa un joven Arik Einstein, ganó el prestigioso premio de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood al mejor filme en lengua no inglesa en 1965.
También llegó al quinteto final de nominadas para el Oscar a la mejor película en lengua extranjera, pero perdió frente a la italiana «Ieri, oggi, domani», del gigante Vittorio De Sica.
En todo caso, en retrospectiva, el tremendo suceso del personaje del inmigrante mizrahi estaba imponiendo también una peligrosa sombra sobre la carrera del popular actor israelí.
«Para Topol, era hora de pasar a la siguiente etapa de su carrera, el teatro de repertorio», y así fue que pronto se encontró entre los fundadores del Teatro Haifa, cuyo establecimiento fue iniciado por el alcalde de ese momento, Abba Hushi, cuenta Haber.
«Durante el período del Teatro de Haifa -dice por su parte Galia en el artículo de la BNI-, no había Sallah» en el mundo artístico de Topol.
De la mano de Shakespeare, Topol «estaba decidido a demostrarles a todos que él era mucho más que Sallah»
«Haim -precisó-, fue uno de los primeros en unirse a la compañía y lo primero que hizo allí fue ‘The Taming of the Shrew’, dirigida por Yosef Milo, en la que interpretó a Petruchio», uno de los principales personajes de la obra de Shakespeare conocida en español como «La fierecilla domada».
«Recuerdo que tenía que usar mallas y le resultaba muy vergonzoso», reveló Galia.
Aunque volvería luego a interpretar al famoso personaje en el filme dirigido por Kishon, con aquella obra de Shakespeare y otros trabajos que llegaron después, Topol, en aquel momento de apenas 26 años, «estaba decidido a demostrarles a todos que él era mucho más que Sallah», asegura el artículo.
«En retrospectiva -añade-, después de dos Globos de Oro, una nominación al Oscar, innumerables obras, incluso en los escenarios del West End y Broadway, una película de James Bond, y también el Premio Israel, está claro que Topol ciertamente tuvo éxito en su misión».
La decisión de abandonar un personaje que podría haberlo mantenido económicamente de por vida fue, en efecto, una sabia apuesta por parte del actor, quien saltaría al tope de la fama global con su Tevye de la película «El violinista en el tejado» de 1971, dirigida por Norman Jewison.
Lo que siguió ya es historia, tanto para el cine como para esta primera estrella de Israel en Hollywood.