España anunció esta semana con bombos y platillos que «inició el proceso» para anular una compra de balas producida por una empresa de Israel, pero viene gastando cientos de millones de dólares en armamento desarrollado en el estado judío desde que comenzó la guerra en Gaza.
El Ministerio del Interior español aseguró que están «en marcha» los trámites para anular la adjudicación de un contrato por cerca de 6,5 millones de euros para la compra de balas para la Guardia Civil.
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Se trata de la adquisición de unos 15 millones de balas del calibre 9mm Parabellum que iba a proveer la empresa israelí Guardian Defense & Homeland Security.
Un reporte de la televisión estatal española indicó que «el ministerio que encabeza Fernando Grande-Marlaska» informó que «excluirá en el futuro a otras empresas» israelíes mientras dure «el conflicto armado en el territorio de Gaza».
Al parecer, la indignación por el costo humano de la guerra en Gaza, en particular entre los palestinos, llegó bastante tarde a Madrid: el informe de la TVE señaló que el contrato fue licitado el 21 de febrero del 2024 y que la adjudicación se realizó el 21 de octubre.
Es decir, que la adjudicación se concretó más de un año después del brutal ataque de Hamas del 7 de octubre del 2023, cuando los islamistas invadieron el sur de Israel, masacraron a 1200 personas e hicieron estallar la guerra en el enclave palestino.
Mil millones de euros en armas israelíes
Lo curioso es que, a pesar de este pedido de cancelación que ocupó abundante espacio en la prensa española e internacional, las autoridades de Madrid mantienen algunas operaciones con empresas del sector de la defensa israelí.
Un informe de un portal de izquierda, Público, señalaba en agosto de este año que «España ha comprado armamento israelí por más de 1.000 millones de euros desde que se inició el conflicto en Gaza».
Interior compra balas por 6,6 millones de euros a una firma israelí para la Guardia Civil.
Esto es infame. Sanchez sigue haciéndonos cómplices del genocidio al pueblo palestino. Es insostenible. Si quiere los votos de PODEMOS, ruptura de relaciones con Israel y embargo de armas.— Pablo Fernández (@_PabloFdez_) October 29, 2024
Público afirmó que, por ejemplo, la empresa PAP Tecnos, filial de la israelí Rafael, recibió en agosto del 2024 «un contrato del Ministerio de Defensa español por valor de 300.000 euros para el mantenimiento» de estaciones de armas de accionamiento remoto Mini Samson.
Además, en setiembre de este año se informó que, a pesar de la posición anti-israel del gobierno de Pedro Sánchez, España sigue interesada en adquirir misiles Spike, desarrollados también por Rafael.
«A pesar de suspender contratos con Israel, España avanza» en «la adquisición de misiles Spike para el ejército de Tierra», reveló a fines de octubre el portal Zona Militar.
¿Presión de la izquierda?
El gobierno de Sánchez, que viene siendo golpeado por varias denuncias de corrupción en los últimos meses, depende del apoyo de los sectores de izquierda para mantenerse en el poder.
Para algunos analistas, esta tardía indignación del PSOE de Sánchez frente a la guerra en Gaza podría estar conectada precisamente a los reclamos que llegan desde las formaciones de izquierda.
Así lo dejó en claro Pablo Fernández, uno de los portavoces de Podemos, el partido ubicado casi en la extrema izquierda que sigue siendo uno de los principales aliados parlamentarios del gobierno de Sánchez.
En un mensaje en X (Twitter), Fernández calificó de «infame» la compra de balas israelíes para la Guardia Civil.
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Sanchez, opinó el líder izquierdista español, «sigue haciéndonos cómplices del genocidio al pueblo palestino», algo que, estimó, «es insostenible».
«Si (Sánchez) quiere los votos de Podemos, ruptura de relaciones con Israel y embargo de armas», reclamó Fernández.