Llegó a Estados Unidos desde Irán cuando tenía apenas 13 años, escapando de los fundamentalistas de la revolución islámica de 1979, es judía y ocupó un asiento en el Senado del estado de Nueva York. Ahora quiere disputarle a un notorio «falso judío» republicano su banca en la cámara baja del Congreso.
Se trata de Anna Kaplan, nacida en 1965 en la ciudad de Tabriz y criada en Teherán en el seno de una familia judía encabezada por su madre y su padre, un comerciante de alfombras en la capital iraní.
Su rival para las elecciones del 2024 es George Santos, un joven congresista republicano -tiene apenas 34 años- que enfrenta acusaciones de estafa, no pagar la renta en un apartamento que ocupaba en Queens (Nueva York) y de usar un falso nombre y cheques robados para hacer compras en Brasil.
En efecto, en este mes de mayo del 2023, Santos admitió el robo y firmó un acuerdo con las autoridades brasileñas para que se retiren los cargos penales en el caso del 2008, cuando se compró unas zapatillas deportivas de manera fraudulenta en Niteroi, entre otros delitos.
«Santos es una vergüenza»
Como parte del trato con las autoridades del país sudamericano, el congresista obtuvo treinta días para devolver el dinero y pagar las multas establecidas para que se desestime el caso.
De todas maneras, todavía enfrenta cargos federales más serios en Estados Unidos por fraude, lavado de dinero y robo de fondos públicos.
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Con ese repertorio de problemas encima, es fácil entender de dónde viene uno de los principales lemas de la campaña de Kaplan: «Me postulo porque George Santos es una vergüenza» (o «una desgracia», si se traduce de esa manera «disgrace»), afirma la ex senadora en uno de sus videos proselitistas.
El spot incluye además numerosas referencias a su herencia judía y recuerdos de desagradables episodios antisemitas que le tocó vivir cuando era pequeña en Teherán y ya comenzaba a hervir el odio fundamentalistas.
Por ejemplo, en un momento rememora que un comerciante les dijo a ella y a su madre cuando era niña que no tocaran las frutas y verduras «porque eran judías«.
«Cuando los ayatollah se hicieron cargo del gobierno, los judíos tuvieron que huir -continuó el relato de Kaplan, nacida con el apellido Monahemi-. Tenía 13 años y mis padres tuvieron que tomar la difícil decisión de ponerme en un avión a Estados Unidos, sin saber cuándo volverían a verme».
Volver a un parlamento
Anna entró al país como refugiada y, después de un tiempo, llegaron también sus padres. Se casó, tuvo dos hijas y fue senadora estadual entre enero del 2019 y diciembre del 2022.
Su objetivo ahora es volver a un parlamento, pero el federal en la ciudad de Washington, como representante de Nueva York. Ya entregó los papeles ante la justicia electoral y deberá superar las primarias demócratas.
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“New York deserves better than George Santos," former New York State Sen. Anna Kaplan said in the spot that's gone viral on Twitter. https://t.co/XtOTyDJKnr
— HuffPost (@HuffPost) May 12, 2023
Enfrente espera el «falso judío» Santos, que a esta altura ya se convirtió prácticamente en un hazmerreír de la política estadounidense.
«George Santos, mentiroso y fantasioso, encaja muy bien con el partido Republicano», lo fustigó el diario británico The Guardian.
El semanario The Economist, también de Londres, afirmó que «es el congresista que Estados Unidos se merece» y «el hombre adecuado para una democracia donde ganar importa más que cualquier otra cosa».
Kaplan, resumió por su parte el portal Long Island Press, se postula para el Congreso en busca del puesto «que actualmente ocupa el conocido mentiroso George Santos».
«Un orgulloso judío estadounidense»
Es que, además de sus delitos materiales, el representante republicano se hizo conocido por sus grandes fabulaciones, comenzando por una historia sobre sus abuelos maternos judíos huyendo del Holocausto y su propia pertenencia a la tribu hebrea.
Según los reportes de la prensa de Estados Unidos, Santos, que es católico, no tiene origen judío, porque tampoco lo eran sus abuelos. Cuando el congresista aseguró que nunca se hizo pasar como judío, la revista Vainity Fair lo volvió a exponer como un mentiroso.
«Anteriormente se describió a sí mismo como un ‘orgulloso judío estadounidense'» y, en un discurso posterior a las elecciones del 2022, le dijo a la Coalición Republicana Judía «que era uno de los tres legisladores judíos en el bloque» del partido, apuntó la revista.
