La evacuación de los refugiados que salen de Ucrania escapando de la guerra es «una de las operaciones más complicadas en la historia de Israel», aseguraron desde la cancillería de Jerusalén
Ya desde antes de la invasión de las tropas rusas, que comenzó en las primeras horas del 24 de febrero, el ministerio de Exteriores llamó a los israelíes e invitó a los ucranianos judíos a salir del país.
Las cifras son confusas en medio del conflicto bélico, pero ya el 27 de febrero se estimaba que por lo menos 2.000 israelíes habían salido de Ucrania en los tres días previos, quienes se sumaron a los 4.500 que lo habían hecho antes de la invasión.
Los números sobre judíos ucranianos que están aceptando la asistencia de la diplomacia o las organizaciones civiles israelíes es todavía más difícil de calcular.
El grupo de asistencia United Hatzalah señaló, por ejemplo, que más de 1.500 refugiados habían cruzado la frontera con Moldova en pocas horas el domingo último. (El último día de febrero se estimaba que medio millón de personas ya había huído de Ucrania).
Según el ministro de Exteriores de Israel, Yair Lapid, la evacuación ya se convirtió en «una de las operaciones más complejas en la historia de Israel».
«Este es un esfuerzo organizativo significativo», desde el punto de vista «diplomático y político», añadió el ministro en un posteo en la redes sociales del ministerio publicado el 28 de febrero.
Se trata, afirmó, de «una situación en desarrollo que está muy lejos de terminar, pero nuestro principio organizativo es claro: nos ocupamos de los israelíes, nos ocupamos de los judíos y nuestros corazones están con los ciudadanos de Ucrania».
Hablando por teléfono desde la zona de Medyka, la localidad polaca fronteriza con Ucrania por donde están pasando miles de refugiados cada día, el embajador de Israel en Kiev, Michael Brodsky, dijo estar presenciando «una verdadera crisis humanitaria».
Durante la entrevista, Brodsky «describió una multitud masiva de autobuses, automóviles y personas, con hombres separados de mujeres y niños una vez que se acercaron al cruce fronterizo», señaló el Times of Israel.
«Es una situación muy pesada, se puede sentir la presión en el aire», apuntó el diplomático israelí, según el cual también puede «hacerse peligrosa». Los evacuados, agregó, «pasan 24, 48 horas en sus autos y autobuses, la gente está enojada, está cansada, sin dormir».
Las tareas de la evacuación son muy complejas. Miembros de la embajada de Israel en Ucrania, que se mudó primero a Lviv y luego a Polonia, están desplegados en varios puntos fronterizos para asistir a los que escapan.
Por lo que se se supo, hay representantes diplomáticos israelíes esperando a los compatriotas y a los evacuados judíos en puestos a través de las fronteras con Eslovaquia y Hungría, además de Polonia.
En Moldavia, una misión de decenas de médicos y paramédicos de United Hatzalah ya están desplegados hace varios días asistiendo a las personas que logran cruzar desde Ucrania.
Los representantes de Jerusalén no están ayudando solamente a israelíes o a ucranianos judíos. Reportes de los últimos días señalaron que los autobuses contratados por la cancillería están recogiendo refugiados de otras nacionalidades, incluyendo a personas de Siria, Líbano y otros países árabes.
«Si hay pedidos de personas de otras nacionalidades, incluyendo árabes, nosotros tratamos de ayudar», explicó el embajador Brodsky.
Sin brindar mayores detalles, el ministerio de Exteriores israelí dio a entender que sigue trabajando al interior de Ucrania. Este martes, por ejemplo, a través de las redes sociales anunció la salida de un autobús desde Lviv hacia Polonia a través del paso fronterizo de Krakovetz.
Lo llamativo es que, según las versiones oficiales desde Jerusalén, los diplomáticos ya no están en Lviv, lo que abre preguntas sobre cómo se están gestionando estas misiones dentro del territorio ucraniano.
Funcionarios de la cancillería «están en la frontera para ayudarlos», señaló el escueto mensaje que convocó a los «israelíes y sus familias en Ucrania».
Junto con el operativo de evacuación, el gobierno de Israel puso en marcha una misión de ayuda humanitaria para los refugiados ucranianos en general, que incluyó el envío de un avión con cien toneladas de elementos de primera necesidad.
Entre otras cosas, Israel despachó abrigos, sacos de dormir, sistemas de purificación de agua y mantas, se informó al partir el avión de El Al desde el aeropuerto de Tel Aviv.