«Docenas de personas» se refugiaron en una sinagoga de Kiev tras el comienzo de las operaciones militares de Rusia contra Ucrania, que ya están alcanzando varias de las principales ciudades del país, incluyendo la capital
Citados por Times of Israel, el rabino Jonathan Markovitch y su esposa Inna dijeron que «cientos de judíos aún permanecen en Kiev», en su mayoría -apuntó el diario- «aquellos que carecían de los medios para escapar de la ciudad antes de que comenzaran los ataques» en la mañana del jueves.
El rabino y su esposa, quienes se desempeñan como emisario de Jabad Lubavitch en Ucrania, hablaron con periodistas israelíes a través de una videoconferencia organizada por el grupo MediaCentral.
Hablando desde Kiev, Markovitch llegó a decir que su sinagoga «necesita» los servicios de «una compañía de seguridad armada seria».
«Tenemos miedo de saqueos y disturbios que puedan surgir del lado ucraniano, lo vimos en el 2014», advirtió el rabino, en referencia a la revolución de ese año que derivó en la caída del presidente pro-ruso Viktor Yanukovych.
Jewish Agency ‘flooded’ with requests from Jews in Ukraine desperate to get out https://t.co/Y84VD4oDYz
— Haaretz.com (@haaretzcom) February 24, 2022
Times of Israel señaló que los Markovitch acumularon en el templo grandes cantidades de alimentos, combustible y colchones antes de la invasión ordenada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
«Aquí (en la sinagoga) no hay refugio antibombas, pero al menos podemos estar juntos», resumió el rabino.
En coincidencia, el presidente de Israel, Itzjak Herzog, dijo este jueves que el gobierno de Jerusalén está «preocupado por la suerte de la comunidad judía en Ucrania» en medio del conflicto militar.
Desde Grecia, adonde se encuentra de visita oficial, Herzog lanzó «un llamado a todos los ciudadanos israelíes ubicados en Ucrania para que regresen» a su país «de inmediato, a través de los cruces terrestres en este momento».
«Por supuesto, estamos preocupados por el destino de la comunidad judía en Ucrania, y ofreceremos toda la cooperación humanitaria posible al gobierno de Ucrania«, completó el presidente israelí.
En ese sentido, la embajada de Jerusalén en Kiev permaneció abierta y funcionando hasta último momento para gestionar la evacuación de aquellos israelíes y ucranianos judíos que quisieron salir del país.
Ahora, los diplomáticos israelíes ya se mudaron a la ciudad de Lviv, en el oriente de Ucrania, cerca de la frontera con Polonia, y las únicas vías de salida del país son terrestres, ya que los aeropuertos están cerrados.
En Israel, y al interior de las organizaciones judías, también está causando preocupación la retórica de Putin, quien justificó la invasión en la supuesta necesidad de «desnazificar» Ucrania.
Kyiv rabbi opens synagogue as a refuge: ‘No bomb shelter, but we can be together’ https://t.co/FStDY2RvQD
— The Times of Israel (@TimesofIsrael) February 24, 2022
A través de sus cuentas en las redes sociales, el Memorial y Museo de Auschwitz, que recuerda a las víctimas y registra la historia del más grande campo nazi de exterminio durante la Segunda Guerra Mundial, difundió un dramático mensaje sobre la invasión rusa.
«Es imposible permanecer en silencio mientras, una vez más, personas inocentes son muertas simplemente a causa de una insana megalomanía pseudo-imperial», señala el texto.
El museo del campo de concentración, ubicado en Polonia, expresó su solidaridad con «los ciudadanos y residentes» del estado «libre, independiente y soberano de Ucrania y con todos los rusos que tienen el coraje de oponerse a esta guerra«.
«En este momento -completó-, el mundo libre y democrático debe mostrar que aprendió las lecciones de la pasividad de los años ’30» del siglo pasado porque «hoy está claro que cualquier síntoma de indiferencia es un signo de complicidad».