El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, afirmó que proteger y rescatar a los judíos del mundo que enfrentan peligros, como es actualmente el caso en Ucrania, es «tarea sagrada» del país
«Las implicaciones de la guerra están llegando a todas partes, también a nosotros», dijo Bennett, quien recordó que «nosotros en Israel hemos absorbido cientos de refugiados» ucranianos.
Hablando el lunes durante una reunión en el ministerio de Aliá e Integración, el primer ministro estimó que el país se enfrenta a «una oportunidad histórica», que podrá estar marcada por la llegada de miles de desplazados por la guerra.
Israel, continuó, «fue fundado como el lugar más seguro del mundo para los judíos, ese es el corazón de su propósito». Por ello, añadió, «debemos procurar que los judíos que escapan de lugares de peligro sean acogidos» de «la mejor manera, que sientan una puerta abierta y un cálido hogar».
Para facilitar la llegada y absorción de los refugiados ucranianos, el gobierno designó a Meir Spiegler como director de una «task force» que se ocupará, entre otras cosas, de coordinar los esfuerzos en este frente y evitar que la burocracia ponga «obstáculos en el camino», apuntó Bennett.
La ministra de Aliá e Integración, Pnina Tamano Shete, afirmó por su parte que «la difícil hora de los judíos de Ucrania es nuestro tiempo de prueba».
Tamano Shete estimó que las turbulencias políticas en la región de Ucrania y Rusia puede derivar en la inmigración a Israel de «decenas, e incluso centenas de miles» de judíos.