El gobierno de Israel llamó para consultas a su representante en Varsovia, mientras crece la tensión creada por la ley polaca que impedirá que los sobrevivientes del Holocausto y sus descendientes recuperen propiedades confiscadas durante el régimen comunista caído en 1989
Según informó la oficina del ministro de Exteriores, Yair Lapid, las autoridades israelíes ordenaron a su representante en Varsovia, Tal Ben-Ari Yaalon, que regrese al país para consultas.
También se pedirá al embajador de Polonia, Marek Magierowski, que extienda sus vacaciones y no regrese, por el momento, a la sede diplomática en Israel.
El miércoles último, el parlamento polaco aprobó una enmienda a la ley administrativa que evitaría que los derechos de propiedad y otras decisiones relacionadas se declaren nulas después de treinta años.
La medida afectará a propietarios judíos y no judíos a quienes se les incautaron propiedades en la era comunista.
Especialmente, golpea a los judíos polacos que perdieron sus propiedades durante el Holocausto y las vieron luego confiscadas durante esa etapa, lo que provocó grandes dificultades para llevar adelante procesos de restitución.
«No es la primera vez que Polonia aprueba una ley antisemita e inmoral«, afirmó Lapid al conocerse la nueva normativa.
Estados Unidos pidió al presidente de Polonia, Andrzej Duda, que no firme la ley
El país europeo, continuó el ministro, «se convirtió en un país antidemocrático y antiliberal que no respeta la mayor tragedia de la historia de la humanidad».
Lapid advirtió que Israel «no permanecerá en silencio» frente a la nueva ley aprobada en Polonia.
Se estima que alrededor de la mitad de los seis millones de judíos muertos durante el Holocausto nazi eran ciudadanos polacos.
También el gobierno de Estados Unidos criticó duramente la ley, que apunta a «restringir severamente el proceso para que los sobrevivientes del Holocausto y sus familias, así como otros propietarios judíos y no judíos, obtengan la restitución de los bienes confiscados injustamente».
A través de un comunicado, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, pidió al presidente de Polonia, Andrzej Duda, que «no firme el proyecto de ley o que, de acuerdo con la autoridad que se le ha otorgado, lo remita al tribunal constitucional de Polonia».