Si se cumplen las versiones que circularon este martes en la prensa y el presidente electo Donald Trump designa al senador republicano Marco Rubio, la diplomacia de Estados Unidos tendrá un jefe decididamente pro-israelí.
Rubio, nacido en Miami en 1971 en el seno de una familia de origen cubano, es «probablemente el más halcón» entre las opciones que baraja Trump, señaló Reuters al comentar las versiones.
Para seguir leyendo: Saludan desde Israel el "histórico retorno" de Trump a la Casa Blanca
El senador por Florida –añadió la agencia británica- promovió en los últimos años «una política exterior enérgica con respecto a los enemigos geopolíticos de Estados Unidos, incluidos China, Irán y Cuba».
Antes de ser señalado para este cargo, el vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado estuvo en consideración como posible compañero de fórmula de Trump, un lugar que finalmente ocupó J.D. Vance.
También un guiño a los latinos
«Si se confirma la designación de Rubio como secretario de Estado, Trump estaría haciendo un guiño a los latinos, un electorado en el que ganó mucho terreno» en los comicios que le abrieron otra vez las puertas de la Casa Blanca, afirmó El Nuevo Herald.
Pero también es una buena noticia para Israel, en especial en el actual contexto de guerra contra Hamas y Hezbollah y en medio de un conflicto de consecuencias impredecibles con el régimen de Irán.
Hispanic Americans are Americans and that is why they voted for Trump pic.twitter.com/ElY2ztCPY0
— Marco Rubio (@marcorubio) November 7, 2024
En una columna para el diario Maariv, el profesor Kobi Barda, un experto en las relaciones entre Washington y Jerusalén, dijo que la posible designación de Rubio es «más que un sueño, es como caminar en una nube hecha de algodón de azúcar».
«Como representante de la línea conservadora en el Partido Republicano, Rubio acumula un largo historial de apoyo a Israel en una variedad de terrenos», incluyendo el militar y el económico y la defensa en el ámbito internacional, apuntó Barda.
Recambio en la ONU
La renovación que impondrá Trump en diplomacia de Estados Unidos ya había dado otra señal esta semana cuando se supo que la congresista Elise Stefanik, de Nueva York, será la representante de Washington ante las Naciones Unidas.
«Elise -dijo el presidente electo- es una luchadora del America First, es increíblemente fuerte, resistente e inteligente».
También le puede interesar: Estados Unidos: ¿Al final, el voto judío fue para Kamala o Trump?
Stefanik se hizo conocida alrededor del mundo cuando participó del panel parlamentario que interrogó a tres decanas de universidades estadounidenses de élite que terminaron en el ojo de la tormenta por la ola de protestas anti-israelíes y antisemita en los campuses.
Sus preguntas pusieron en aprietos a las decanas, dos de las cuales terminaron renunciando a sus cargos pocas semanas después.