Mordy y Natali Oknin habían sido arrestados la semana pasada después de haber tomado fotografías del palacio presidencial en Estambul, la ciudad que estaban recorriendo como parte de un tour
El palacio suele ser retratado por miles de visitantes cada día, incluyendo los numerosos israelíes que viajan a Turquía. Pero, de alguna manera, agentes de seguridad locales entendieron que los Oknin eran «espías» y los detuvieron.
A partir de ese momento se generó una pesadilla para la pareja, ambos conductores de la compañía de autobuses Egged y residentes en Modi’in, en el centro de Israel.
Después de ocho días, la pareja está de vuelta en Israel. Fue «un milagro de Janucá»
Sin presentar pruebas, las autoridades turcas afirmaron que la pareja de israelíes estaba «espiando» el palacio del presidente, Recep Tayyip Erdogan.
Al poco tiempo, los fiscales del caso establecieron que los Oknin deberían permanecer bajo arresto otros veinte días.
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— Tal Schneider טל שניידר تال شنايدر (@talschneider) November 18, 2021
La situación se reveló muy delicada, teniendo en cuenta que las relaciones entre Israel y Turquía no está pasando su mejor momento y que las autoridades de Ankara arrestaron a quince personas acusadas de trabajar para el Mossad, el servicio exterior de inteligencia de Jerusalén.
Con ese trasfondo, la diplomacia israelí se puso a trabajar contrarreloj. En un primer momento -señalaron los reportes de la prensa tras la liberación de los Oknin- se pensó en pedir los servicios de un tercer país, pero la idea se descartó y se apostó a los contactos directos con las autoridades turcas.
Entre los países que se habían considerado como mediadores figuraban Gran Bretaña y Azerbaiyán.
Según lo que finalmente pudo contar la prensa israelí, el principal interlocutor en Ankara fue Ibrahim Kalin, uno de los más estrechos asesores del presidente Erdogan.
Del lado israelí, al teléfono se pusieron el presidente, Itzjak Herzog, y el ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid.

Al parecer, Kalin explicó a los israelíes que el asunto había escalado a partir de un malentendido o una confusa acción por parte de agentes de seguridad locales de bajo nivel, sin participación de los altos puestos de la policía ni de la justicia turcas.
Las negociaciones se llevaron a cabo en absoluto secreto, entre Jerusalén y Ankara
En base a eso, se le pidió a los israelíes «paciencia» para que el gobierno de Ankara pudiera resolver el asunto sin mayores complicaciones y «salvando la cara».
Se trataba de una «paciencia» fundamental, en especial después de que el ministro del Interior, Suleyman Soylu, saliera a afirmar públicamente que la pareja de choferes israelíes había estado «marcando» el palacio presidencial como «blanco».
Todos esos sinsentidos se fueron desinflando con el paso de las horas y, cuando se cumplían ocho días del arresto, altas autoridades de Turquía dieron la luz verde para la liberación.
Prime Minister Naftali Bennett and Foreign Minister Yair Lapid spoke with Mordi and Natali Oknin, who were released from prison in Turkey and came back home to Israel.
— Prime Minister of Israel (@IsraeliPM) November 18, 2021
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En esos últimos momentos, la cancillería israelí impuso el secreto sobre el asunto, evitando que la prensa se enterase de las negociaciones y de la inminente liberación.
El rescate se mantuvo en silencio hasta que el avión que los traía de regreso a casa ya estaba en vuelo
Apenas los familiares más directos estaban al tanto del pronto regreso a casa de los Oknin, y también ellos tenían prohibido hablar del tema.
En las primeras horas del jueves, un avión privado, con licencia de Estados Unidos, que a menudo utiliza el gobierno de Israel para misiones de bajo perfil, salió para Estambul a buscar a la pareja de viajeros.

El silencio se mantuvo hasta último momento, y no fue hasta que el avión estaba en cielos internacionales que comenzó a circular la noticia, a cuentagotas, a través de influyentes cuentas de Twitter.
«Agradecemos al presidente de Turquía y su gobierno por su cooperación y esperamos dar la bienvenida a la pareja de regreso a casa», señaló un oportuno comunicado conjunto de Lapid y del primer ministro de Israel, Naftali Bennett.
Los Oknin, por su parte, fueron recibidos con algarabía en Modi’in.
«Fue un milagro de Janucá, estuvimos presos ocho días», dijeron ante las cámaras de televisión.