Líderes comunitarios musulmanes de Suecia jugaron un papel fundamental para desactivar una protesta que iba a tener lugar frente a la embajada de Israel en Estocolmo, donde sus promotores tenían planeado quemar rollos de una Torá.
El jueves de la semana pasada, el ministerio de Exteriores de Israel anunció que fueron sus propios oficios los que lograron la cancelación de la protesta, promovida por un escritor egipcio residente en Suecia.
«Actuamos de inmediato y con decisión para evitar que ocurriera el chocante y humillante evento», indicó una declaración oficial de la cancillería israelí sobre el evento, que había recibido la aprobación inicial de la policía de la capital sueca en virtud de la libertad de expresión.
Sin embargo, el rabino Moshe David HaCohen aseguró que «la quema del rollo de la Torá se evitó gracias al liderazgo de la comunidad musulmana en Suecia»
«Cuando llegamos a una situación en la que Suecia insistía en el derecho a la libertad de expresión», incluyendo la prevista quema del rollo de la Torá, quienes se acercaron al escritor egipcio fueron «personas de la comunidad musulmana de Estocolmo», le dijo el rabino al Jerusalem Post.
Según se dejó entender, esos líderes musulmanes convencieron al escritor, de 34 años y cuya identidad no se dio a conocer, de cancelar su iniciativa.
Por otro lado, cuando el 21 de enero un activista danés de extrema derecha quemó un ejemplar del Corán frente a la embajada de Turquía en Estocolmo, fue la comunidad judía de Suecia la que se expresó en solidaridad.
«Nuestra trágica historia europea -apuntó un comunicado de Amanah en aquella ocasión- nos ha enseñado que la quema de libros a menudo señala el inicio de la normalización del odio hacia un grupo en la sociedad».