El presidente de Israel, Reuven Rivlin, le envió una carta a su colega de Francia, Emmanuel Macron, en la que reclamó que se haga «todo lo posible para enviar un mensaje claro de que no hay, y no habrá, tolerancia al antisemitismo enfermizo y despreciable«
Según informó esta semana la oficina de Rivlin, la carta fue enviada en referencia al caso de Sarah Halimi, una mujer judía francesa de 65 años asesinada en su apartamento en París el 4 de abril del 2017.
A mediados de este mes, la justicia francesa confirmó un fallo según el cual el asesino, Kobili Traore, un musulmán de 31 años, no era responsable penalmente por sus acciones por encontrarse en estado sicótico en el momento del femicidio, provocado por un alto consumo de cannabis.
El fallo generó una oleada de indignación en Francia, adonde miles de personas marcharon para protestar contra la decisión de la Corte de Casación y por el asesinato de Halimi, una ex médica y maestra, madre de tres hijos.
«Escuché con pesar la decisión» del tribunal de confirmar el fallo de la corte inferior según el cual «el acusado del asesinato antisemita, brutal y terrible» de Halimi «no está en condiciones de ser juzgado», se quejó el presidente israelí en la misiva.
«La ley actual es deficiente», le dijo Rivlin a Macron
Rivlin reconoció la decisión de Macron de impulsar enmiendas al código penal francés para evitar en el futuro este tipo de fallos, pero recordó que, entretanto, «la ley actual es deficiente, y esa deficiencia ha permitido que un asesino despreciable eluda la justicia y el castigo».
Los hechos del caso, afirmó Rivlin, están aclarados: «la doctora Halimi fue víctima de un despreciable asesinato por parte de un cruel asesino porque era judía».
En efecto, quedó establecido que Traoré, un vecino traficante de drogas y adicto, golpeó a Halimi y la arrojó por la ventana. Luego, el asesino, un inmigrante originario de Mali, declaró sufrir problemas mentales y fue detenido en un hospital psiquiátrico francés.
La carta de Rivlin concluyó con el reclamo del presidente para que se haga «todo lo posible para enviar un mensaje claro de que no hay, y no habrá, tolerancia hacia el antisemitismo enfermizo y despreciable» o por los «ataques a los judíos debido a su origen étnico y religión».