Finalmente, después de largas semanas de presiones desde el interior de su propio partido, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se bajó de la candidatura demócrata para los comicios de noviembre, no buscará la reelección y evitará enfrentar al republicano Donald Trump.
«Compañeros demócratas, he decidido no aceptar la nominación y concentrar todas mis energías en mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato», que concluye en enero del 2025, escribió Biden en su cuenta de la red social X, antes conocida como Twitter.
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Biden, de 81 años de edad (cumplirá 82 el 20 de noviembre, pocos días después de que se celebren las presidenciales del martes 5 de ese mes), venía mostrando preocupantes síntomas de senilidad.
Por ejemplo, se lo vio errático y dubitativo durante el debate televisado del 27 de junio frente a Trump y a mediados de julio se olvidó el nombre de su ministro de Defensa, Lloyd Austin, a quien se refirió como «el hombre negro» que forma parte de su gabinete.
El 13 de julio, otro evento pareció haber marcado fuertemente la marcha del proceso electoral: Trump salvó milagrosamente su vida durante un acto de campaña en la localidad de Butler, en Pennsylvania.
Un balazo de un francotirador hirió levemente al candidato republicano en la oreja. La resiliente imagen de Trump impulsó todavía más su posicionamiento en las encuestas y, al menos al momento de la renuncia de Biden, se mostraba en dirección a un triunfo en noviembre.
Las encuestas no favorecían a Biden
Según el promedio de las encuestas nacionales preparado por Real Clear Politics, Trump se encontraba con una cómoda ventaja de 47,7 por ciento contra 44,7 por ciento de Biden (+3 puntos).
Al anunciar su salida de la candidatura, Biden se declaró en favor de que su actual vicepresidenta, Kamala Harris, encabece el ticket demócrata que enfrentará a Donald Trump.
My fellow Democrats, I have decided not to accept the nomination and to focus all my energies on my duties as President for the remainder of my term. My very first decision as the party nominee in 2020 was to pick Kamala Harris as my Vice President. And it’s been the best… pic.twitter.com/x8DnvuImJV
— Joe Biden (@JoeBiden) July 21, 2024
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For over half a century Joe Biden has been a true friend of the one and only Jewish State, and an ally of the Jewish people.
His deep personal affinity for Israel and his moral embrace of Zionism will forever be cherished and remembered by the people of Israel.
President… pic.twitter.com/p22NMmAe2l— בני גנץ – Benny Gantz (@gantzbe) July 21, 2024
Una serie de encuestas realizadas después del desastre de Biden durante el debate presidencial, recordó el portal de Forbes, ponía a Harris detrás de Trump por los mismos tres puntos de diferencia.
Otro sondeo, realizado para The Economist entre el 13 y el 16 de julio, señaló que Joe Biden iba a perder frente a Trump con apenas un 41 a 43 por ciento de los votos, mientras que «Harris tendría un desempeño ligeramente peor», perdiendo con entre el 39% y el 44% por ciento.
«Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año», escribió Biden en X. El presidente saliente finalizó su mensaje con un pedido para los demócratas: «es hora de unirse y vencer a Trump».
Pasando la posta a Harris
La renuncia de Biden a la candidatura ocupó amplios espacios en los portales de noticias israelíes. La decisión del jefe de la Casa Blanca hasta enero «reabre el juego y rescata a los demócratas de una crisis existencial», afirmó Walla.
Mako, por su lado, abría en la noche del domingo la portada de su edición online con una fotografía de Trump y otra de Harris y citando en el título principal una frase de la vicepresidenta: «haré todo lo posible para derrotar a Trump».
En una columna de opinión, Times of Israel apuntó que el presidente «quiere pasar la posta a Harris, pero aún quedan obstáculos» hasta noviembre. Y el Jerusalem post destacó entre sus titulares: «Biden da un paso al costado con el Medio Oriente en crisis», en referencia a la guerra en Gaza y el conflicto general con Irán.
Biden voló rápidamente a Tel Aviv después del ataque del 7 de octubre del 2023, cuando miembros de Hamas mataron a 1200 personas y secuestraron decenas de rehenes en el sur de Israel.
El presidente estadounidense llegó el 18 de octubre y se reunió con el primer ministro, Benjamin Netanyahu. En aquellos primeros días, el presidente norteamericano expresó un apoyo sin fisuras a Jerusalén.
Una relación con claroscuros
Sin embargo, a medida que crecían alrededor del mundo las manifestaciones anti-israelíes y grupos pro-palestinos ocupaban universidades en Estados Unidos, Biden adoptó una posición más prudente, para no alejar el voto joven del ticket demócrata.
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En marzo de este año, durante su discurso sobre el estado de la Unión, el todavía inquilino de la Casa Blanca lanzó varias críticas al gobierno de Netanyahu, en particular por la situación humanitaria en Gaza, donde -además de los bombardeos- los palestinos deben sufrir a Hamas.
Si bien admitió que Israel «tiene una carga adicional porque Hamas se esconde y opera entre la población civil», Biden dijo en aquella ocasión que el gobierno de Jerusalén «tiene la responsabilidad fundamental de proteger a los civiles inocentes en Gaza».
La guerra actual, estimó ante el Congreso en la ciudad de Washington, «cobró un mayor número de víctimas entre civiles inocentes que todas las guerras anteriores en Gaza juntas».
Sin precisar la fuente de sus datos, Joe Biden calculó «más de 30.000 palestinos muertos» y opinó que «la mayoría» de esos muertos «no son Hamas».
De todas maneras, a pesar de esos claroscuros de la relación de Biden con Israel, varios líderes políticos locales saludaron al ahora ex candidato demócrata para las elecciones del 5 de noviembre.
«Su firme respaldo, especialmente durante la guerra, ha sido invaluable» y «estamos agradecidos por su liderazgo y amistad«, declaró, por ejemplo, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant.
«Apoyo inquebrantable»
El presidente israelí, Itzjak Herzog, describió a Joe Biden como «un verdadero aliado del pueblo judío» y «un símbolo del vínculo inquebrantable entre nuestros dos pueblos».
Naftali Bennett, quien se desempeñó como primer ministro de Israel entre junio del 2021 y junio del 2022 dijo que Biden «es un verdadero amigo de Israel que nos apoyó en nuestros momentos más difíciles».
«Durante mi mandato como primer ministro, fui testigo de su apoyo inquebrantable al estado de Israel», completó Bennett.