En las sinagogas de Estados Unidos están reforzando la seguridad tras la toma de rehenes sufrida por los asistentes del templo de Colleyville, en Texas, y reacomodando el antiguo deber judío de dar la bienvenida a los extraños
El 15 de enero último, Malik Faisal Akram, un británico de 44 años, tomó como rehenes, a punta de pistola, a cuatro personas en la sinagoga de la Congregación Beth Israel en Colleyville, en el noreste de Texas, a pocos kilómetros de Dallas.
Akram atacó la sinagoga durante el servicio de Shabat con la idea de presionar a las autoridades norteamericanas para que liberen a Aafia Siddiqui, una paquistaní doctora en neurociencia condenada a 86 años de prisión por sus vínculos con al-Qaeda.
Después de once horas de estar sitiados por la policía y los equipos de rescate del FBI, los rehenes pudieron escapar y Akram fue muerto a disparos.
Ahora, mientras crecen los episodios de antisemitismo en Estados Unidos, las sinagogas de todo el país están evaluando aceleradamente sus medidas de seguridad.
En un extenso reportaje sobre el tema, la agencia Religion News Service (RNS)recordó que el episodio comenzó cuando el rabino del templo Beth Israel abrió la puerta a un extraño (Akram) y hasta le ofreció una taza de té.
«Pero el gesto, visto por la mayoría de los judíos como un mandamiento, el de dar la bienvenida al extranjero y ofrecerle hospitalidad, ahora está bajo una fuerte presión«, señaló el artículo.
«Después de la terrible experiencia -señaló RNS-, muchos expertos en seguridad dicen que proteger los edificios de las sinagogas y otras instituciones judías puede significar reinterpretar el mandamiento, lo que los judíos llaman la ‘mitzvá’ de dar la bienvenida al extranjero».
Citado por la agencia, el director ejecutivo de la Jewish Community Security Initiative, que opera en ocho condados de la ciudad de Nueva York, Mitchell Silber, dijo que, «en términos de elegir entre nuestra obligación moral y la seguridad, tenemos que priorizar la seguridad».
«En términos de elegir entre nuestra obligación moral y la seguridad, tenemos que priorizar la seguridad»
Según el recuento de la reportera de RNS, Yonat Shimron, al menos cuarenta y cinco de las 146 federaciones judías locales de Estados Unidos y Canadá trabajan con la organización Secure Community Network.
Ese grupo de expertos evalúa amenazas, coordina capacitaciones, ofrece consultas sobre seguridad y funciona como «nexo con las fuerzas del orden durante incidentes críticos», señaló Shimron.
Según el artículo, la Jewish Federations of North America «está aumentando su recaudación de fondos» para solventar la iniciativa «LiveSecure», que prevé la inversión de 54 millones «para reforzar la seguridad en todas las instituciones judías» de la región y hacer lobby para obtener «dólares federales adicionales».
Mientras tanto, continuó, «varios programas están surgiendo en todo el país» para entrenar a voluntarios para brindar seguridad en los perímetros de las sinagogas y otras instituciones judías. También se están instalando sistemas de vigilancia, como cámaras, y bloqueando las puertas de los templos.
Por ejemplo, el grupo Community Security Service ya capacitó a 6.500 personas en estados como Nueva York, Nueva Jersey, California y Georgia, «para patrullar edificios durante los servicios y reportar actividades sospechosas a las fuerzas del orden».
Esos ejercicios ya rindieron sus frutos: el propio rabino de la sinagoga de Coleyville, Charlie Cytron-Walker, reveló que esas prácticas le permitieron mantener la tranquilidad durante el secuestro y, llegado el momento, lanzar una silla contra el agresor para que los fieles pudieran escapar.
«No habría tenido el coraje, no habría sabido qué hacer, sin ese entrenamiento», le confesó el rabino a la cadena CNN. «En este momento -aseguró- eso es algo que es muy importante que la gente aproveche porque me salvó la vida, nos salvó la vida».