«Tuvimos muchos malos pensamientos» durante la detención, pero «siempre mantuvimos la fe», aseguró Mordy Oknin, esposo de Natali, en declaraciones a la televisión de Israel
«Creímos en Dios y en que todo estaría bien, pero no sabíamos la magnitud del problema y que era tan crítico», añadió Mordy durante una de las entrevistas con las emisoras locales, en la noche del jueves.
Mordy y Natali fueron detenidos la semana pasada por las fuerzas de seguridad turcas, que los acusaron de fotografiar el palacio presidencial en Estambul para «marcarlo» como «blanco» de espionaje.
נטלי ומורדי, כל עם ישראל מחבק אתכם! שמחים שהסיוט הזה נגמר ושחזרתם הביתה. pic.twitter.com/F5SK3OC04U
— Benjamin Netanyahu - בנימין נתניהו (@netanyahu) November 18, 2021
Las acusaciones sin fundamentos derivaron en un serio malentendido que se resolvió finalmente este jueves, gracias a una serie de delicadas maniobras diplomáticas gestionadas desde Jerusalén.
«Estuvimos encarcelados durante ocho días y ocho noches: ocurrió nuestro propio milagro privado de Janucá«, afirmó Natali.
«Pensé que no volvería con vida a casa», confesó Natali Oknin
Se trata de una referencia a la celebración de la recuperación y purificación del templo de Jerusalén tras la victoria de los macabeos sobre las tropas helénicas en el siglo II antes de la era cristiana.
Cuando los jefes de la rebelión judía entraron al templo, encontraron que el aceite disponible para encender el candelabro alcanzaba para apenas un día. Sin embargo, la llama se mantuvo con vida durante ocho días.
Janucá se celebra este año entre el 28 de noviembre y el 6 de diciembre.
‘I didn’t think I’d get home alive’: Israeli couple recalls Turkish custody. Back in Israel, Natali Oknin thanks officials for efforts to set her and husband Mordy free, says she just wants to go back to driving her bus [TOI] #Israel #Turkey #tourists pic.twitter.com/pJGYlBe4s0
— Eli Dror (@edrormba) November 18, 2021
Tanto Natali como Mordy trabajan como conductores de autobuses para la empresa Egged. Al regresar a casa se declararon «orgullosos» de su empleo y listos para «volver al trabajo».
«Quiero volver al bus de la línea 83, a todos mis pasajeros que me conocen y me apoyan», dijo Natali durante una conferencia de prensa.
La mujer contó también que mientras se encontró detenida -en una prisión distinta a la de su esposo- pidió que le entregaran solamente pan y agua y no otros alimentos preparados, para mantener su adhesión a la dieta kosher.
Natali resumió la pesadilla confesando que, en un momento, «pensé que no volvería con vida a casa». En la celda -completó- «no tenía aire para respirar, sentía que mi mundo se había acabado».