«Este Rosh Hashaná -dijo el jefe de la Casa Blanca en un mensaje difundido este domingo-, las comunidades judías de todo Estados Unidos y de todo el mundo celebrarán el nacimiento del mundo y el comienzo de un nuevo año»
Al desear un «shaná tová», el presidente Biden aprovechó el espíritu de las fiestas para comentar también la realidad de su país, afirmando que, «así como los individuos pueden buscar la renovación, también pueden las naciones».
«Con el sonido penetrante del shofar y la dulzura de las manzanas bañadas en miel, el Año Nuevo judío marca el comienzo de un tiempo sagrado de reflexión, arrepentimiento y renovación», señaló el mandatario norteamericano.
Se trata, dijo Biden -quien en julio de este 2022 cumplió una visita oficial a Israel-, de «un tiempo para hacer una pausa y mirar hacia adentro».
«El año pasado ha sido testigo de un progreso alentador para nuestra nación», aseguró Biden al comentar el impacto de algunas de las medidas de su gobierno.
President Joe Biden is bringing a Jewish High Holiday celebration to the White House for the first time.@POTUS | #RoshHashanah https://t.co/oQIIb2yIrO
— The Jerusalem Post (@Jerusalem_Post) September 20, 2022
«Dado que el COVID-19 ya no es la misma amenaza disruptiva que era, las familias pueden volver a reunirse alrededor de la mesa de Rosh Hashaná y sentarse juntas en sus sinagogas», describió.
«Al mismo tiempo -prosiguó el presidente-, tenemos mucho más trabajo por hacer para concretar los valores que nos unen como estadounidenses y para restaurar el alma de nuestra nación».
«En el próximo año, no solo debemos mirar hacia adentro, sino también mirarnos los unos a los otros -propuso-. Debemos reconstruir nuestras comunidades a través de la empatía y los actos de bondad, cerrando la brecha entre el mundo que vemos y el futuro que buscamos».
Junto a su esposa, Jill, Biden expresó sus «más cálidos deseos a todos los que celebran Rosh Hashaná en Estados Unidos, Israel y en todo el mundo», y pidió que «sus oraciones sean escuchadas y su fe revitalizada, y que todos estemos inscritos en el Libro de la Vida».