Un ex mandatario quedó en el medio de una polémica al describir a la dirigente Claudia Sheinbaum, quien corre con grandes chances de convertirse en presidenta de México, como una «judía búlgara».
No es la primera vez que un político utiliza el origen étnico o nacional para descalificar a un rival, pensando que se trata de un insulto, como ocurrió cuando Donald Trump apuntó contra Barack Obama afirmando que el entonces presidente había nacido en Kenya y no en Estados Unidos.
Este nuevo capítulo de políticos cayendo al barro de la discordia lo protagonizó Vicente Fox Quesada, del Partido Acción Nacional (PAN) y presidente de México entre los años 2000 y 2006.
Fox, de 81 años, publicó en Twitter una imagen con la cual supuestamente apoyaba a la principal aspirante del PAN para quedar al frente del ticket de la coalición de derecha Va por México en las elecciones presidenciales del 2024, Xóchitl Gálvez.
Para expresar ese apoyo, Fox no tuvo mejor idea que compartir la imagen en la que se leía que Gálvez es «la única mexicana» en la carrera hacia el sillón presidencial, y deslizó que los tres precandidatos de la coalición de izquierda actualmente en el gobierno, Morena, no lo son.

Según la imagen, Sheinbaum «es judía búlgara», el ex alcalde de la Ciudad de México Marcelo Ebrard es «un fifí francés», el ex secretario de Gobernación Adán Augusto López es «de Transilvania» y el sociólogo Gerardo Fernández Noroña, «un extraterrestre».
«Denostar» es «injuriar»
El ex presidente tuvo que disculparse y borrar el mensaje, que había publicado a través de la red social Twitter, después de que le cayera encima una lluvia de críticas.
«Pido disculpas por haber retwiteado un twit que no es mío -escribió Fox-. Tengo un profundo respeto por la comunidad judía».
Lo curioso es que varios medios, tanto mexicanos como del extranjero, señalaron que el uso de la condición de descendiente de judíos de Sheinbaum fue un acto «despectivo».
Y hasta los voceros de Morena, el propio partido de Sheinbaum, hasta hace poco jefa de gobierno de la capital mexicana, dijeron en un comunicado que Fox apeló a «las redes sociales para denostar a una mujer por sus raíces», en una «acción vulgar y cobarde».
Según la Real Academia Española (RAE), «denostar» significa «injuriar gravemente, infamar de palabra».

Por su parte, el portal argentino Infobae dijo que el ex presidente «publicó una imagen con comentarios despectivos» sobre los precandidatos presidenciales. Siempre según la RAE, «despectivo» es algo que «transmite una connotación negativa de desprecio o poco respeto».
Origen familiar
Gálvez, por su lado, se despegó de la publicación de Fox pero usó un verbo también ambiguo para criticar la acción del ex presidente.
«Lamento y condeno el tweet del ex presidente Fox que hace mofa del origen familiar» de Sheinbaum, dijo la senadora en Twitter, dando a entender que señalar a una persona como judía es «mofarse» o burlarse de ella.
Sheinbaum, licenciada en Física por la UNAM, con un doctorado en Ingeniería Energética y otro en Ingeniería Ambiental, no practica la religión, pero reconoce sus raíces.
Vicente Fox publica imagen que critica a Sheinbaum por ser judía y las redes responden
— LA OCTAVA (@laoctavadigital) July 21, 2023
El expresidente @VicenteFoxQue calificó a la aspirante @Claudiashein como “judía búlgara” y más tarde tuvo que pedir disculpas a la comunidad. “El tuit no es mío”, justificó.
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«Crecí en un ambiente sin religión», en el hogar de sus padres, activistas de izquierda, contó Sheinbaum en el 2018 durante una reunión con líderes femeninas de la colectividad judía de la capital mexicana.
Con «la cultura en la sangre»
Pero, «evidentemente, la cultura se trae en la sangre», admitió la precandidata, a la cabeza de las encuestas para los comicios del 2024. «Yo me siento mexicana, soy mexicana, pero estoy muy orgullosa de mi origen», completó en aquella reunión.
Según un reporte del diario español El País, Sheinbaum «es la aspirante de Morena mejor evaluada entre la población, de acuerdo con un seguimiento» de las encuestas publicadas «en los últimos meses», una de las cuales la pone treinta puntos arriba de Gálvez.
De alcanzar la presidencia, la ingeniera se convertirá en la primera persona judía en dirigir el gobierno nacional de México. Cuando llegó a alcalde la capital, en diciembre del 2018, fue la primera jefa de la ciudad con ascendencia hebrea.
Los abuelos paternos de la precandidata, recordó el diario mexicano Excelsior, «provienen de Lituania y sus abuelos maternos eran sefaradíes de Bulgaria».