Por Michele Groppi *
En muchos sentidos, el ataque de Hamas contra Israel resume la esencia del terrorismo.
Durante las incursiones masivas del grupo, sus militantes asaltaron ciudades israelíes, matando y secuestrando a cientos de personas. Esto parece haber sido hecho siguiendo las reglas «clásicas» de cuando se trata de crear sentimientos de terror y agravar la situación.
Sin embargo, también es un recordatorio, como enseña la pionera académica en terrorismo Martha Crenshaw, de que el terrorismo depende del contexto específico de la situación de la que surge y, al mismo tiempo, sus implicaciones a menudo van mucho más allá de las fronteras nacionales.
Entre las muchas observaciones que podrían hacerse, vale la pena señalar tres, comenzando por el hecho de que, en primer lugar, el terrorismo es por naturaleza una forma muy desarrollada de guerra psicológica.
En términos numéricos, el terrorismo mata a muchas menos personas que la malaria, los accidentes automovilísticos y las enfermedades cardiovasculares, pero las encuestas muestran consistentemente que muchas personas siguen muy preocupadas por el terrorismo.
El terrorismo se basa en el secreto, el engaño y la sorpresa. Siempre que sea posible, debe ser espectacular, letal e indiscriminado, porque el terrorismo es como un escenario para buscar la atención de los medios.
Atacar en fechas simbólicas e inundar la web con videos gráficos y escalofriantes (incluidos los falsos) es vital para los terroristas. Les permite exagerar las cosas y hacer realidad las peores pesadillas de las personas.
En este sentido, Hamas lo hizo todo.
Motivación y capacidad
Luego, en segundo lugar, como ha sostenido el destacado investigador Boaz Ganor, la probabilidad de un ataque terrorista depende de la motivación y las capacidades de los terroristas.
A pesar del alto el fuego acordado al final de la guerra de Gaza del 2014, Hamas claramente todavía tiene una motivación intransigente y en parte religiosa.
Su violencia está en consonancia con su carta fundacional, que establece: «No hay solución para la cuestión palestina excepto a través de la jihad. Las iniciativas, propuestas y conferencias internacionales son una pérdida de tiempo».
Pero Hamas no sólo tiene una motivación muy fuerte que justifica los asesinatos en masa, sino que también tiene mucha capacidad, incluidas armas, fondos, inteligencia y cobertura diplomática, gran parte de la cual proviene de Irán.
El arsenal del grupo incluye cohetes, drones y armas pequeñas, pero también formas menos convencionales de maximizar las bajas, como excavadoras para derribar vallas y parapentes para eludir sistemas de defensa tecnológicamente más sofisticados.
En conflictos anteriores, Hamas supuestamente utilizó túneles, trampas explosivas y cientos de personas no necesariamente afiliadas al grupo pero que aún están dispuestas a luchar hasta la muerte para crear una resistencia fatal a las tropas israelíes.
Israel debería esperar algo similar si vuelve a invadir Gaza.
En ese sentido, tiene la motivación para matar a tantas personas como sea posible y la capacidad para librar una guerra prolongada, por lo que es muy probable que sus ataques terroristas continúen cíclicamente.
Provocar una reacción
En tercer lugar, el ataque reitera el deseo del terrorismo por lograr reacciones exageradas y escaladas de violencia, en especial ante un menguante apoyo nacional e internacional al grupo que lo comete.
Hamás es una organización terrorista genocida. Ellos mismos lo dijeron: pic.twitter.com/sakELPAZm5
— FDI (@FDIonline) October 10, 2023
Hay más. La guerra que parece inminente podría extenderse al sur del Líbano, ya que Hezbollah (el grupo terrorista que controla la región) también quiere una escalada.
Al igual que Hamas, Hezbollah perdió control sobre varios segmentos de la sociedad libanesa debido a acusaciones de corrupción, intervención en el conflicto sirio y manipulación de la investigación judicial sobre la explosión del puerto de Beirut en el 2020.
Irán también podría ver la guerra como una oportunidad de oro para debilitar a Israel y comprometer seriamente los acuerdos con Arabia Saudita, el otro competidor regional clave de Teherán.
Israel corre el riesgo de verse arrastrado a un conflicto sangriento y prolongado en el que sus tropas tengan que ir de puerta en puerta en busca de agentes de Hamas.
Eso resultaría en cientos, si no miles, de muertes y haría exactamente lo que Hamas y Hezbolá quieren: convertirlos en los únicos y verdaderos defensores de Palestina a los ojos de su pueblo.
Los ataques terroristas sensacionalistas y de gran escala a menudo plantean preguntas introspectivas. En el caso de Israel y sus aliados, esto significará reexaminar las capacidades de análisis e intercambio de inteligencia.
Pero también, ¿cuáles son las contraestrategias verdaderamente efectivas contra este tipo de terrorismo y cómo es realmente la victoria?
A medida que ganar se vuelve un concepto cada vez más confuso, pueden concluir que una respuesta militar es primordial. Pero nadie va a salir de esta situación mediante la policía o los bombardeos.
* Profesor del Departamento de Estudios de Defensa, King’s College London / Publicado originalmente en The Conversation